En mayo se cumple un año del derribo de las gradas del campo de fútbol de O Morrazo, donde habitualmente entrena el Alondras. Tras varios parones y modificaciones del proyecto debido a que la cimentación diseñada no se adaptaba a la calidad geotécnica del suelo, la obra no avanza, por mucho que la Diputación de Pontevedra ampliara el plazo de construcción de las gradas al mes de diciembre de este año.
La actual situación de la obra es lamentable y en un informe que muy pronto verán los responsables de la Diputación de Pontevedra se reflejan las numerosas deficiencias detectadas, principalmente filtración de agua y humedades. Las gradas nuevas ya instaladas no soportan tanta lluvia y se hacen bolsas de agua, por no mencionar que el club y el Concello de Cangas fue advertido de que no llevarían asientos. La colocación de las escaleras, y dada la inclinación de las bases prefabricadas generan sensación de inseguridad, sobre todo al bajar por ellas y se considera fundamental la colocación de apoyos que puedan asegurar la bajada con comodidad.
En la zona donde se localiza el gimnasio aparecen humedades en la base del ladrillo y hay una filtración directa sobre la estructura desde el muro de contención. Está contemplada una cámara pero reducen mucho la dimensión de la escalera en el acceso a los vestuarios. No está previsto instalar una cámara sobre la fachada de hormigón, dejando a la vista los anclajes y los huecos en la parte del pavimento. Ya hay grietas en las cerchas de apoyo de la grada y goteras en los vestuarios que proceden de las gradas, que están ya selladas y que ofrecen una imagen poco decorosa. En la zona de acceso a los vestuarios desde el campo, con motivo de las obras, el pavimento está en muy mal estado y no está contemplado realizar una pavimentación, lo que genera más problemas de filtraciones directas por debajo de la fachada prefabricada. La situación es
Por si esto fuera poco, el alquiler de los vestuarios portátiles que paga la empresa constructora, Únika, va en detrimento del presupuesto de la obra, según se sospecha. Y se calcula que el montante es grande. El informe menciona que las obras llevan paradas dos semanas.
Al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, ya le comunicaron desde el Club Alondras los problemas que había con la obra. El regidor local comentó ayer que no tenía ningún problema en volver a viajar a Pontevedra para entrevistarse con la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, con el fin de solucionar todos estos problemas, ya que no se puede permitir que una obra nueva, con un presupuesto de 661.000 euros refleje tantos defectos. No hay que olvidar que la modificación del proyecto ya hizo que en vez de dos alturas las gradas tuvieran una sola.
