Aunque nadie parece dispuesto a ofrecer datos concretos sobre la operación realizada el miércoles en el muelle de Vilanova -ni siquiera la patrona mayor vilanovesa ni las empresas transportistas consultadas saben de qué se trataba-, lo cierto es que allí se cargaron ingentes cantidades de erizo de mar con destino a Italia y Francia.

Este equinodermo compartió protagonismo en el muelle, así como el viaje en los vehículos frigoríficos, con importantes partidas de mejillón, almeja y otros moluscos bivalvos destinados al extranjero, de tal forma que los distribuidores o comercializadores aprovechan los viajes para satisfacer a diferentes proveedores y compradores.