Solo le faltaban diez días para cumplir los 103 años, pero el corazón de sor Josefina Ruiz Sánchez dejó el miércoles de latir. La muerte de la religiosa, natural de Quer, en Guadalajara, aunque destinada como Hija de la Caridad desde hace 56 años en el colegio Casa de la Virgen de Cangas, sorprendió al resto de las hermanas que residen en este centro educativo ya que por la mañana desayunó habitualmente y, salvo sus muchos años, no padecía ninguna enfermedad que hiciera predecir el fatal desenlace.

Josefina Ruiz sintió la vocación muy joven cuando estudiaba en Madrid, interna en el Sagrado Corazón. Su primer destino fue un colegio de la Compañía en Santander, en donde impartió clases a los pequeños a lo largo de 23 años y después de un corto espacio de tiempo en la localidad de Aranda de Duero, llegó su destino a Cangas en donde continuó su labor docente en este colegio de la Casa de la Virgen, que antiguamente era internado y que hoy es un centro concertado, a pie de la playa de Rodeira. Enseñó a leer y a escribir a muchos niños de Cangas, y también de Moaña, e igualmente taquigrafía, a aquellas mujeres que tras las clases iban a trabajar a la conservera Massó.

Sor Josefina fue enterrada ayer por la tarde. La conducción del cadáver se celebró a las 15.15 horas desde la capilla del colegio Casa de la Virgen hasta la iglesia parroquial de Coiro, en donde se celebró el funeral de cuerpo presente y posteriormente su inhumación en el cementerio municipal de esta parroquia.