Ángel Tabarés Goldar (Vigo, 1963) es el cura que el Arzobispado de Santiago ha asignado a la parroquia de Domaio, en Moaña, para atender también San Adrián de Cobres, en Vilaboa. El nuevo sacerdote llega para cubrir la plaza que en la feligresía había ocupado en los últimos meses Samuel Aristizábal, quien el pasado mes de agosto sufrió un violento asalto cuando dormía en la casa rectoral. El vicario de Pontevedra, Calixto Cobo, confirmó ayer que "don Samuel no regresará de Colombia al no contar con el beneplácito del obispo de su diócesis". De momento, Tabarés continúa viviendo en el Monasterio de Sobrado dos Monxes, aunque tiene prevista su mudanza a la casa rectoral, que tras el episodio violento fue reparada y mejorada por los vecinos, a partir del próximo mes de enero. Este pasado domingo, el nuevo párroco ofició por primera vez la misa en las iglesias de Domaio y San Adrián de Cobres.

Samuel Aristizábal, el párroco que fue agredido en la casa rectoral, comunicó a los feligreses el pasado mes de septiembre que se retiraría unas semanas a descansar con su familia en su país de origen, Colombia. A pesar de que el sacerdote tenía fijada la vuelta para el pasado 12 de noviembre, su regreso nunca se produjo. El vicario de Pontevedra, Calixto Cobo, explicó que la vuelta del párroco estaría condicionada, en último término, por el obispo de su diócesis de origen, quien finalmente ha negado al cura la posibilidad de volver a España. "Don Samuel se queda en Colombia, su obispo no le permite volver", confirmó ayer el vicario de Pontevedra.

Calixto Cobo, vicario de la provincia, se desplazó el pasado domingo hasta Domaio y San Adrián de Cobres para oficiar la misa diaria con el nuevo párroco, Ángel Tabarés. Tras el acto religioso, los sacerdotes pudieron charlar con los feligreses, que se mostraron "felices" por tener nuevo párroco. Además, los vecinos prepararon un aperitivo y compartieron unos momentos en el bajo de la casa rectoral, futura vivienda del nuevo cura de la parroquia. "La casa fue reforzada tras el asalto", indica Cobo, "se pusieron ventanas nuevas y la puerta también fue reparada". El vicario alabó la colaboración de los vecinos, que desinteresadamente se prestaron para realizar los trabajos de reparación y acondicionamiento del inmueble y destacó el momento de "convivencia agradable y acogedora" que compartieron con los feligreses el domingo.

Otro incidente violento

El nuevo párroco de Domaio, Ángel Tabarés Goldar, se vio implicado en el año 2002 en un incidente violento con uno de los vecinos de la parroquia de Caroi, en la que estaba destinado por aquel entonces. Un feligrés le acusó de causarle un derrame en un ojo, tras haber empleado "violencia física". El hecho, puntual, "no tuvo mayor trascendencia" y a día de hoy continúa manteniendo "relación con los vecinos", apunta el nuevo cura de Domaio.

Este incidente "no refleja en ningún sentido todo mi trabajo de este tiempo", lamenta Ángel Tabarés, quien reconoce que fue "un momento desagradable fruto de malos entendidos".

Nacido en Vigo, Tabarés vivió más de ocho años en Israel, en donde ejerció como capellán en algunas cárceles. Su estancia en el país también se vio justificada por motivos de estudios. El sacerdote desempeñó una importante labor de investigación en L'École Biblique de France, el centro más importante de estudios sobre la Biblia y Arqueología de Oriente Medio. El sacerdote afirma que a pesar de que ahora ocupe un nuevo cargo compaginará "la elaboración de mi tesis con el trabajo en las parroquias".

Los vecinos de Moaña que ya han podido charlar con él se muestran "felices e ilusionados" ante su llegada.