La solución a las inundaciones de Bueu no está en los libros ni la manejan tampoco los sabios hombres de ciencia. Cuando parece que se tomaron todas las medidas para impedirlas surgen nuevos factores que provocan la reaparición de lo que está a punto de convertirse en una plaga.

Tras un examen a pie del río Bispo, en el que intervinieron además del alcalde Félix Juncal, el de Urbanismo, Martín Villanueva y el de Obras y Servicios, Fidel Castro, así el aparejador municipal, se logró detectar el fallo. Al parecer, la solución ahora pasa por aumentar la capacidad del cauce elevando parte del muro donde se encuentra una rejilla que filtra la maleza que arrastra el río cuando llueve fuerte. De esta forma, se evitaría el río desbordara hacia las fincas. La propuesta fue la más plausible, pero no es que lograra el consenso de todos los presentes, que no dejaban de poner peros a la propuesta. Existía también miedo de que la medida pudiera perjudicar al muro de contención del colegio, algo que parece descartado.

Limpieza

La solución se llevará a la práctica lo antes posible. Sorprende la fuerza con la que actuó el agua en la zona. El lunes, las rejas situadas a lo largo del río para frenar la maleza y evitar que ésta haga un tapón cuando llega a Pazos Fontenla, fueron limpiadas el lunes, según confirmó ayer el concejal de Obras y Servicios, Fidel Castro.

La tromba de agua que cayó sobre Bueu en la madrugada del martes fue grande y volvió a demostrar el poder de la naturaleza ante la mano del hombre, que intenta frenarla.