El primer acto de la candidatura de En Marea en Moaña acabó con los puños en alto entonando el himno gallego, en las aulas del colegio de Reibón, en donde Xosé Luis Méndez Ferrín, el candidato de esta coalición en el número 3 al Senado por la provincia de Pontevedra, citó a Castelao, la necesidad de una transformación en política mediante la unidad nacional y los procesos asamblearios, de un cambio el régimen y que el derecho de determinación de Galicia se ponga en práctica. "Si hai cambio climático como non vai haber cambio político?", preguntó el intelectual que dijo que "imos ser o único grupo parlamentario galego, nós" y que lo primero que tenían hacer es "apoderarse" de las autopistas del Atlántico, como también de las privatizaciones de los concellos y que el pueblo recupere "o que lle é propio, sen límite" . Insistió en que no iban a tener seis diputados, sino más e "si outros que tiñan que estar connosco, viñeran, ó mellor tamén tíñamos máis, pero non somos responsables das carencias dos demáis".

Con Ferrín estuvieron las candidatas Alexandra Fernández y Ánxela Rodríguez, números 1 y 2 al Congreso, respectivamente; que aseguraron que el cambio estaba en marcha y ya no se puede parar; además de Rubén Pérez, concejal de Marea en Vigo, que animó a que Marea sea la fuerza más votada del país.

Ferrín logró acaparar, como siempre, la atención de un público, entre los que se encontraban más fieles seguidores que esos indecisos a los que alude la encuesta del CIS y que tenían un buen motivo para escuchar la propuesta de esta nueva coalición, que nació en los movimientos del 15-M en la calle, como recordaron las candidatas, jóvenes representantes de movimientos sociales.

El candidato al Senado dijo que esta candidatura es la de la "esperanza e da renovación que non está soa no mundo" y que había que incorporar "ó amor a esquerda, a cordialidade, factores subxetivos dos que só se considera propietara a dereita" e insistió en que el cambio en política es posible como fue posible en Portugal en donde ya formó gobierno el Partido Socialista, el bloco de Esquerdas y el "glorioso" Partido Comunista. Recordó el ahorcamiento de Sadam Husseim y cómo crucificaron "peor que a Cristo" a Gadafi "e hoxe pretenden facelo co doctor Asad en Siria e xa non poden. Inténtalo entrando pola porta de atrás cos islamistas. Non poden facelo porque o mundo cambia, transfórmase".

Elogió el ejemplo que supone O Morrazo "o fogar da esquerda en Galiza e como Cangas, coa unidade nacional popular, acabó co poder da especulación na fábrica de Massó" . De la candidatura dijo que era brillante y que no había otra en Galicia con el mismo nivel "e que si hai algo horrible, feo e inculto, chámase Rajoy" del que criticó que no es capaz de ni una sola cita literaria. Ferrín sí adornó su dicurso con ese gesto elegante, como él define una cita, recordando a Castelao: "Nós cremos que a auga doce dos ríos pode facer doce a auga salgada do mar, que a morte, enchéndose de vidas será vida; que a "nada" enchéndose de ilusión será todo; as nosas esperanzas non caben nos lindeiros da razón".