El sector de la vieira de Bueu no oculta su decepción ante el más que previsible cierre durante las fechas navideñas. La apertura de la campaña pasada, la primera desde 1995, hacía concebir esperanzas de que los barcos de Bueu y del resto de la ría de Pontevedra pudiesen volver a sacar sus "rastros" de vieira. Pero las últimas analíticas han supuesto un jarro de agua fría. En su caso la culpable de que no se pueda abrir es la conocida como Pseudo-nitzschia, dentro de la toxina amnésica o ASP. Según la página del Intecmar el límite máximo se establece en 20 miligramos de ácido domoico por kilo de vianda, un tope que en la actualidad se supera con creces puesto que según las fuentes consultadas las analíticas llegan hasta el umbral de los 300 miligramos.

Pese a ello en la flota buenense hay cierto sentimiento de desconfianza. "Lo que tenemos que hacer es dotarnos de nuestros propios instrumentos para poder eviscerar y comercializar desde la cofradía el producto", defienden. A pesar de todo aún mantienen esperanzas de ir a la vieira en breve. "Si los índices bajan sería bueno ir, aunque sea a partir del mes de enero. Sería bueno para el recurso y para los propios fondos, que necesitan ser trabajados y rastrillados", argumentan algunos veteranos.