El presupuesto del Concello de Cangas para 2016 no va deparar muchas sorpresas, a tenor de lo que están negociando los grupos que forman el gobierno tripartito, más preocupados por cuadrar los números que le marca el Estado que por hacer cábalas sobre grandes inversiones que no va a haber. El borrador o "esqueleto" sobre el que se trabaja contempla unos ingresos que rondan los 14 millones de euros, cifra muy similar a la del presente ejercicio pues no hay intención de modificar impuestos y tasas, mientras que los gastos subirían ligeramente por el incremento de los salarios de la plantilla en torno al 1%, como marca la ley, y sobre todo por la obligación de empezar a amortizar la deuda con el Ministerio de Hacienda vinculada al plan de pago a proveedores. Tras dos años de carencia, el Concello deberá abonarle en este ejercicio 1,4 millones de euros -a partir del próximo será casi el doble-, un dinero que no podrá destinar a inversiones, por lo que quedarán casi exclusivamente a expensas de las subvenciones del Estado, la Xunta y la Diputación.

Los representantes municipales asumen que los ingresos previstos irán directamente para afrontar los gastos fijos, por lo que el margen de maniobra para invertir lo conceden los poco más de un millón de euros que aporta la Diputación (tres cuartas partes para obras y el resto para el plan de empleo y actividades culturales). El ensanche y urbanización del vial O Viso-Igrexario se perfila como la obra de mayor envergadura que se afrontará en 2016, año en el que también está previsto finalizar otras dos actuaciones con financiación provincial: la carretera Avenida de Lugo-Boubeta y la reforma del campo de fútbol donde juega el Alondras. Los miembros del ejecutivo local asumen que no habrá actuaciones de relumbrón y coinciden en que el dinero se repartirá de forma equitativa entre las parroquias con obras modestas pero que atiendan las necesidades básicas.

Aunque el documento aún se está perfilando, en los encuentros mantenidos hasta ahora se ha hablado de "orzamentos cativos", "austeridade" u "obxectivos modestos", y el paso siguiente es cómo repartir lo que hay entre las parroquias y con las distintas concejalías, pues los grupos también buscan rentabilizar politicamente el trabajo que realizan en áreas que gestionan. Para mañana está prevista una nueva reunión, y entre esta semana y la próxima el gobierno convocará también a los representantes de la junta de personal y el comité de empresa para escuchar sus demandas salariales y sociales. Desde la Alcaldía ya les han hecho saber que será "máis que difícil" atender subidas salariales por encima del 1% que marca la ley y que tampoco hay margen de maniobra para otras solicitudes que necesiten de aportación económica municipal.

Ese será el paso previo al traslado del presupuesto a los grupos de oposición, pues debe estar listo para someterse a aprobación inicial por el Pleno, con toda probabilidad en sesión extraordinaria que se celebraría a mediados de diciembre. Si no se presentan alegaciones, el documento quedaría aprobado definitivamente, y de lo contrario volvería al Pleno para darle respuesta y finiquitar el trámite, pudiendo entrar en vigor a principios de 2016.