La Consellería de Infraestructuras ya puso en marcha las obras para la conversión en autovía del primer subtramo del Corredor do Morrazo, entre Domaio y el enlace de San Lorenzo, aunque por el momento sólo se están ejecutando trabajos de desbroce y movimientos de tierras y la presencia de toda la maquinaria no se percibirá hasta enero. La previsión es que trabajen 30-40 personas, además de las 8-10 del equipo técnico. Así lo confirman el jefe territorial de la consellería y director de obra, Fausto Núñez; y el jefe de obra de la empresa adjudicataria Copasa, Diego Fos, que ayer se reunieron en la nueva oficina de seguimiento de los trabajos que la consellería ha abierto en una vivienda en la bajada de O Cocho, en la parroquia de Meira. Aseguran que, por el momento, están trabajando en el desdoblamiento dos equipos que también están a la espera de que los propietarios de los terrenos expropiados por el desdoblamiento procedan a la retirada de la madera afectada y que la Dirección Xeral de Patrimonio otorgue la autorización al proyecto de investigación arqueológica.

La obra, que fue adjudicada por 15.3 millones de euros, tiene que estar acabada el 6 de octubre de 2017. En la actualidad se está actuando en el conjunto del tramo con movimiento de tierras y desbroces. La empresa tiene previsto empezar primero por la ampliación de los pasos inferiores, que también se tienen que ampliar, el desdoblamiento del túnel de Montealegre, y la construcción de las infraestructuras consistentes en dos viaductos: uno nuevo sobre la rotonda de Domaio que enlaza el corredor directamente al Puente de Rande y Autopista a Pontevedra, y el desdoblamiento del actual de Poza da Moura, por la zona derecha norte, con 415 metros de longitud. Incluye pilares con una altura de 40-45 metros. Además se va a priorizar la obra de drenajes de acuerdo a la declaración de impacto ambiental: "En la zona hay bateas de mejillón y tenemos que ser muy cuidadosos y no producir turbidez por el arrastre de tierras". la obra también contempla la ampliación del paso de fauna y los que se utilizan como tal en las tuberías de drenaje.

Fausto Núñez y Diego Fos mantuvieron ayer en la oficina técnica de Meira una reunión con el equipo de arqueólogos para consensuar estos trabajos del desdoblamiento que el director de obra asegura que se van a ejecutar con gran cautela y respeto hacia el patrimonio. arqueológico. El principal yacimiento se encuentra en el castro de Montealagre que el actual corredor salvó con un túnel y que en la ampliación se va a doblar con la construcción de otro paralelo por el lado del mar y a una cota más inferior que el actual. En este castro hay identificados 10 petroglifos. Para minimizar la afección a los elementos protegidos, en el proyecto de construcción se cuidaron, según señalan en la consellería, medidas de diseño. En el túnel se rectificó la rasante, lo que alargó su longitud 25 metros y se verticalizaron los taludes de las boquillas. Esto obliga a disponer de dos tramos de falsos túneles en la aproximación de las boquillas, de 22,5 y 17 metros de longitud.

Tal y como señalan en la consellería, para estas obras se diseñó un sistema auscultación muy preciso, que controlará los movimientos durante las fases de construcción, con un coste de 80.000 euros; también, y debido a la modificación de la rasante, se ha tenido que establecer un muro de salida del túnel para sostener la actual calzada, con un coste de 335.000 euros y reforzar las medidas de sostenimiento del túnel, con una inversión de 430.000. El proyecto también contempla una actuación arqueológica en el castro (excavaciones, sondajes...) valoradas en 390.000. la consellería valora en 1,9 millones de euros las medidas de protección del patrimonio arqueológico, lo que supone un 10% del presupuesto de licitación de este primer subtramo de la obra.