Un plan de peatonalización basado en la concentración de vehículos en terrenos cedidos provisionalmente por sus propietarios y que se puede revertir en cualquier momento "no es serio", afirman los representantes del PP en Cangas, que aluden al acondicionamiento de las fincas de la unidad de actuación 5, entre las calles Baiona, San Xosé y Reboredo, como una alternativa "precaria y sin rigor", en palabras del concejal Rafael Soliño, que acusa al gobierno tripartito de "vender a bombo y platillo" una solución que no es tal y resume los pasos dados en los últimos meses para peatonalizar Cangas con una sentencia: "Pusieron una piedra en la calle Valentín Losada".

Para Soliño, habilitar aparcamientos provisionales es propio de planes de peatonalización provisionales y no definitivos, como pretende hacer ver el gobierno. "¿Y si en un mes los dueños dan por terminada la cesión?", se pregunta, pues cuestiona que la firma del convenio parta de una decisión consensuada de la junta de compensación, que tiene la legitimidad para tomar este tipo de acuerdos. Aunque agradece esa "generosidad" de los dueños de las fincas, también alerta de que está a expensas de un cambio de decisión, por lo que se convertiría en "pan para hoy y hambre para mañana".

El grupo municipal del PP también recalca que no hay precedentes de planes de peatonalización "serios" amparados en aparcamientos provisionales, y pone como ejemplo Pontevedra -con un gobierno presidido por el BNG y que es la referencia del tripartito cangués en este asunto- donde optaron por una solución global, "no por conseguir la generosa cesión de una leira, como aquí". La solución pasaría por habilitar "tres o cuatro espacios de aparcamiento definitivo" en el centro urbano, como el entorno de la plaza de abastos o la explanada de Ojea, enmarcados en un "plan de tráfico global". Los populares aseguran que están trabajando en esa propuesta que darán a conocer a los ciudadanos cuando esté elaborada.

Soliño también pide al gobierno cangués que se deje de "parches provisionales" y ponga en marcha políticas basadas en el estudio de necesidades y soluciones rigurosas, y no planes "fantasma" que tendrían por objeto "vender titulares en la prensa" más que solucionar con rigor los problemas vecinales en materia de tráfico.

Mientras tanto, personal y maquinaria de una empresa contratada por el Concello continúa ejecutando obras de acondicionamiento de las fincas en Altamira. La idea es delimitar provisionalmente las vía de tránsito y alrededor de 700 plazas de aparcamiento que, en opinión del gobierno, resolverán ese problema en el centro urbano.