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Aspirantes a la bolsa de empleo de Bueu exigen repetir el examen por falta de garantías

El plazo de alegaciones se abre con quejas por la falta de medidas de control durante las pruebas y el uso de móviles

Una gran parte de los asistentes a la prueba de selección de esta semana en el pabellón. // S.Álvarez

Se esperaba que ayer, a pesar de ser sábado, fuese un día intenso en el Rexistro Xeral del Concello de Bueu y así fue. La razón no es otra que la apertura del plazo de tres días hábiles para que los 600 aspirantes que finalmente se presentaron a las pruebas para entrar en la bolsa de trabajo del servicio de limpieza pudiesen presentar sus alegaciones. Las primeras reclamaciones ya se registraron ayer mismo, pero algunas van más allá de una simple revisión de nota. Al menos tres personas presentaron un escrito para impugnar el proceso debido a la falta de garantías y exigen la repetición de la prueba.

Esas quejas se deben a que muchos aspirantes entraron al examen con sus teléfonos móviles y que incluso estaban encima de la mesa. "Puedo asegurar que vi a una persona teclear en Google el enunciado de una pregunta para buscar la buscar la respuesta correcta", afirma una persona que también había participado en las pruebas de 2011. Este argumento da pie a otra de las quejas presentadas en esas reclamaciones: la cercanía de los puestos en los que se sentaban las personas que se presentaron al examen, lo que facilitaba que se pudiesen copiar las respuestas o conversar con otros. "Había mucha gente hablando entre sí y los miembros del tribunal lo único que hacían era pasear y comentar que no se podía hablar. Pero es que no estamos en un patio de colegio, lo que había que hacer era expulsar a esas personas", se quejan algunos de los aspirantes que presentaron las reclamaciones de impugnación. "Esto es muy serio para todos porque nos jugamos un puesto de trabajo", insisten.

El uso de los teléfonos móviles es uno de los hechos que suscita mayores críticas. "Allí sonaron llamadas, mensajes...", denuncian. Una de las personas que presenta las impugnaciones relata que pudo ver cómo otro aspirante le dio la vuelta al examen antes de tiempo, tomó una foto de cada una de las tres páginas, volvió a girar el cuestionario y en apenas unos minutos se marchó. "Ante eso se deduce que desde fuera buscó la respuesta correcta a las preguntas y se las envió a otra persona que aún estaba dentro", apuntan.

Entre los asistentes a la prueba selectiva había muchos que ya habían participado en la anterior convocatoria de 2011 y muestran su sorpresa por la organización de este año. "En aquella ocasión éramos 600 personas y nos repartieron entre las gradas y la pista. Esta vez que había casi 900 inscritos distribuyeron todas las sillas en la pista. No parece muy normal", se quejan.

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