"Esto te da más satisfacción que ninguna otra profesión", asegura Lois Pena, sobre el reiki, una práctica espiritual a través da la imposición de manos, de la que es maestro desde 2008 y a la que se dedica profesionalmente. Vive ya alejado de la política que le hizo conocido en toda España por la revuelta vecinal que sufrió contra la contribución urbana cuando era alcalde socialista de Cangas en 1989 y que le obligó a dimitir. Tras vivir en Vigo y cuatro años en Menorca, regresó hace uno a su comarca natural y se ha asentado en Vilaboa, en una casa que es su residencia y también la escuela Prana en donde imparte sus talleres de reiki, en compañía de su pareja sentimental, Montse Iglesias, la persona que le introdujo en estas enseñanzas de bienestar y salud. Todo empezó en 2005 cuando su corazón empezó a debilitarse. Había llevado la campaña socialista de 2004, cuando ganó Zapatero y posteriormente la de Touriño. Cayó enfermo y le diagnosticaron una miocardiopatía. Fue cuando se inició en el reiki.
Diez años después de aquello ejerce como maestro de esta práctica, de la que reconoce que no cura, pero ayuda a sanar: "Con el reiki aprendes a gestionar y equilibrar tus energías". Este próximo día 21, su centro imparte un curso bajo el título "Conocernos y sanarnos" en el que Lois Pena instruirá sobre la "relajación, armonización y equilibrio físico-emocional con sonido de cuencos tibetanos" e impartirá un taller de salud y descarga emocional con su pareja, que instruirá también sobre cómo relajarse aprendiendo a respirar, la actividad mover la energía y cómo calmar el dolor usando la voz. Se han visto desbordados con las inscripciones y el curso se impartirá en la Casa de Montes de Santa Cristina.
El hombre que en 1989 sufrió uno de los peores escraches de la historia de un alcalde que le llevó a presentar la dimisión en abril de 1990, vive retirado de la política, asegura que no milita en ningún partido, pero sigue teniendo sus ideas, de hecho participó en el movimiento del 15-M en Mahón, tiene viva la memoria de lo que padeció, reconoce que sufre con la manera de hacer política y con la gente que se debe de retirar y no lo hace", en alusión a dirigentes de Cangas. Manifiesta que se habla con aquellos que participaron en la "movida" de Cangas contra la contribución aunque por encima de todo está el respeto a sus compañeros y a las familias que la sufrieron.
Ayer no faltó a su cita con su parroquia natal de San Martiño, en Moaña, en donde el cariño de los vecinos se demuestra en la cantidad de gente que se acerca a estrecharle la mano, sentado en la terraza del local Var con Uve, que regenta su hermano y ex alcalde de Moaña, Cándido Pena.
La última actuación política que tuvo Lois Pena fue este año en la presentación del candidato socialista de Cangas a las municipales. Lo hizo por el recuerdo de sus compañeros, pero asegura que no tiene previsto volver al ruedo de una campaña, que en el reiki encontró la mejor de las profesiones "sobre todo porque ayudas a personas que están muy mal".
A sus 64 años, Lois Pena ofrece una imagen más saludable que tras el susto que le dio su corazón. Recuerda que en Vigo le diagnosticaron una miocardiopatía, de la que le aseguraron que no tenía cura. Él no lo creía porque asegura que realizó el Camino de Santiago desde León con una mochila de 22 kilos de peso, y como si nada. Es más cuando tiempo después en Menorca realizó una revisión médica le confirmaron que no la padecía. Añade que se hizo maestro de reiki en cuatro años acudiendo a cursos "y cada vez quieres aprender más. No es nada esotérico ni extraño, ni tiene que ver con algún contenido religioso, pero cuando lo practicas te sientes mejor". En su caso dice que ha logrado conocer los puntos malos de una persona con la imposición de manos: "Pero tenemos un código deontológico. Si detectamos algo importante, siempre aconsejamos que la persona acuda al médico. Lo nuestro es una terapia complementaria a la medicina occidental". Lois Pena imparte talleres por toda España y asegura que cuenta con más de 400 alumnos por toda la geografía nacional
