El día grande de las Festas de San Martiño, en Moaña, comenzó con resaca. En la tarde-noche del martes, los vecinos de la parroquia y de otras localidades próximas ya pudieron saborear las primeras castañas asadas y las cuncas de vino nuevo que se sirvieron a partir de las ocho de la tarde, cuando, de manera oficial, se abrieron los 16 furanchos que hay instalados entre dos carpas y bajos de viviendas particulares. Como dice el refrán, al que rindieron honor los miles de personas que se acercaron ayer hasta Moaña: "Castañas, noces e viño, fan a ledicia do San Martiño".

Sin duda, que el 11 de noviembre sea festivo local es la excusa perfecta para que desde primera hora familias y amigos se acerquen hasta el atrio de San Martiño. Así, por las calles y furanchos de la parroquia convivieron durante toda la jornada distintas generaciones de moañeses con un objetivo en común: disfrutar de las fiestas patronales.

La jornada, que transcurrió sin incidentes (hasta el cierre de esta edición) y con un sol y una temperatura propios de lo que popularmente se denomina "veranillo de San Martín", arrancó a las diez de la mañana con un pasacalles conjunto de las bandas de música Airiños do Morrazo (Moaña) y la Cultural de Arcade. A media mañana, cuando la iglesia acogía la misa solemne cantada por la Coral Moañesa, los furanchos comenzaron a recibir a sus primeros clientes. Una vez finalizada la misa, fue momento de rendir un nuevo homenaje al patrón con la tradicional y concurrida procesión que recorrió las inmediaciones del recinto y que finalizó con la interpretación del "Himno da Parroquia e do Santo Patrón", San Martiño, cuya imagen, igual que la de la Virgen del Carmen, fue portada en la procesión. La comitiva no contó en esta ocasión con representación de la corporación municipal, que a esa hora se encontraba reunida en el Concello con la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva. Una vez concluida la visita institucional, sobre las 13.30 horas, la alcaldesa, Leticia Santos; la teniente de alcalde, Marta Freire; y los ediles de Mobilidade y Urbanismo, Ezequiel Fernández y Odilo Barreiro, respectivamente; se desplazaron con Silva hasta la parroquia de San Martiño para compartir con los vecinos el día grande de las fiestas patronales. Con otros representantes políticos, como los ediles Salvador Meira y Aldán Santamarina, Leticia Santos y Carmela Silva también disfrutaron de los productos típicos de los furanchos.

Furanchos abarrotados

A las dos de la tarde, la multitud ya abarrotaba los puestos de rosquillas y dulces y los 16 furanchos que estarán instalados hasta el fin de semana. Las dos carpas de la comisión de fiestas dan cabida a un total de ocho furanchos, mientras que el resto se encuentran en bajos de viviendas particulares. Vecinos de San Martiño, de Moaña, de Cangas o de Vigo, y de edades dispares, se entremezclaron ayer con los castañeros, pulpeiros y gaiteiros que pusieron el sabor y la música durante toda la jornada.

En el furancho de Suso, Manuel Cerviño, no para de repartir castañas asadas que él mismo preparada, alrededor de las 14.30 horas. "Hai moita xente, máis ou menos como o ano pasado", afirma Cerviño, al que todavía le restan unas cuantas horas de trabajo: "Estamos máis ou menos abertos desde as once da mañá ata as cinco da madrugada". Este ritmo, que mantendrá hasta el fin de semana, merece la pena para el castañero: "Hai moito ambiente, así dá gusto, cos gaiteiros, pandereteiros...". A unos escasos metros de Cerviño, uno de los muchos grupos de amigos, "veteranos" de esta fiesta, comparte las castañas que les acaban de servir y catan algunas cuncas de vino. "Hoxe para nós é a Festa Nacional", afirma Manuel Miranda, vecino de San Martiño. El resto de sus acompañantes también son nacidos en la parroquia. "Eu veño todos os anos", confiesa Julia Malvido, "e sobre todo os días principais, como o do patrón". Malvido apunta que "a hora da misa é o que máis me gusta do día". Ya terminados los compromisos religiosos, esta vecina moañesa no dudó en probar las castañas o el vino tinto y disfrutar de otro de los atractivos de estas Festas de San Martiño.

Con menos experiencia en estas fiestas que Manuel Miranda o Julia Malvido, grupos de jóvenes se acercan también hasta San Martiño durante toda la semana. Sentados en el cruceiro, José Bermúdez, Adrián Dasilva y Álex del Río, vecinos de Moaña, disfrutan a la hora de comer. Alguno de ellos ya se ha dejado caer por las fiestas varios de los días anteriores, durante el día y durante la noche, "cuando suele haber más gente joven", apuntan. Bermúdez, que trabaja, incluso se ha pedido "días libres" para que nada le impida poder sacar el máximo partido a estas celebraciones.

Manuel Broullón se ha desplazado desde Darbo para asistir a la misa y a la procesión: "Vengo todos los años, le hice una promesa al Santo". Lo que más le gusta de estas fiestas "es encontrarte siempre con la misma gente y el ambiente". De Vigo es Chicho Costas. "No es la primera vez que venimos, nos gusta estar aquí todo el día", afirma Costas.

Antes de dar la bienvenida a la noche, los asistentes a las fiestas de San Martiño pudieron bailar con las actuaciones de Moañesa de Música e Danza y de la Banda de Música Cultural de Arcade. A última hora, las orquestas las orquestas Televisión y Palladium fueron las encargadas de poner la música.

También hoy, San Martiño asará castañas, beberá vino y bailará al ritmo de las gaitas.