La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos; y los concejales de Mobilidade y de Urbanismo, Ezequiel Fernández y Odilo Barreiro, respectivamente, se desplazaron ayer por la tarde a Isamil, en Meira, para reunirse con los vecinos afectados por el desplome, el jueves, de un muro de bloques de piedra que había construido el Concello hace ya más de cinco años, para habilitar un aparcamiento, muy próximo a la PO-551. Santos asegura que quedaron en reunirse de nuevo el jueves con los afectados y con la Asociación de vecinos de Arroás para dar una solución a la reconstrucción del muro, de cuyo mal estado los vecinos ya habían advertido al Concello en verano.Estos impidieron el jueves que el tractor que envió el Concello para asegurar las piedras siguiera trabajando ante el temor de que volviera a colocarlas sin más y siguiera el mal estado. Aseguran que el problema está en que el muro se construyó sobre uno antiguo, de piedra pequeña, que se rompió.

La alcaldesa asegura que los vecinos le transmitieron su preocupación por el estado del muro "lo que es normal y comprensible, pero les dijimos que nos tenían que dejar trabajar para asegurarlo y poder abrir el camino de al lado". Añade que los vecinos quedaron "más tranquilos y van a dejar trabajar las máquinas", pero insisten en que no quieren que las piedras se pongan mal de nuevo"y quede el muro olvidado".

Santos confirmó ayer sus sospechas, y así lo transmitió a los afectados, de que el muro está en una parcela que no es del Concello, sino de Carreteras, y que entiende que es de competencia de la Xunta desde que recibió la transferencia de la carretera PO-551. Sin embargo añade que no quiere decir que con esto "vaya a echar balones fuera", porque asegura que desde el Concello se va a elaborar toda la información técnica precisa para remitirla a la consellería y ver cómo se hace para levantar el muro. De todas formas, la regidora deja claro que desde el Concello "necesitamos tiempo para actuar pero no vamos a estar parados".

Tras la reunión con los vecinos, el concejal Ezequiel Fernández se desplazó hasta el club de remo de Samertolaméu para presidir la reunión del primer consello parroquial de Meira, como hizo el viernes pasado en Domaio. Acudieron una decena de las 18 asociaciones convocadas. Se constató que había barrios sin representación vecinal y se animó a constituir asociaciones, incluso hay un germen para que vuelva la de Meira-Bronlle. Fernández se comprometió a seguir con las gestiones para rematar las expropiaciones de la urbanización de la bajada de A Guía; las aceras de A Borna, que son competencia de la Xunta; y la rampa de O Latón, de Portos. En la reunión se solicitó la dotación de saneamiento en zonas donde todavía no hay, como en Quintáns y detrás de Reibón y estudiar la consecución de un terreno para una casa de cultura, entre otras necesidades.