El concejal de Cultura de Moaña, Salvador Meira, ha recibido como un jarro de agua fría la valoración de la Federación de asociaciones de vecinos A Chamusca sobre la resparación de la iglesia románica de San Martiño en la que reconocen que el responsable de las obras es el Arzobispado, pero piden al Concello que tome más parte activa en ello. Dos semanas después de la caída de un escudo de piedra del campanario, la pieza sigue en el tejado. Las investigaciones que se abrieron apuntan a que la caída se debió a que una persona quiso subir al tejado para recuperar un balón y se ayudó con el cable pararrayos que al tensar partió la piedra y cayó.

Salvador Meira asegura que no se puede culpar al Concello de inacción o de que no asumieron un papel activo para la retirada de este pináculo del campanario, ya que desde el primer momento "estivemos traballando para arranxala situación da igrexa coa maior celeridade posible, aínda non sendo un ben patrimonial de titularidade municipal".

Añade que a pesar de que quien tiene que encargarse de la conservación son los dueños de la iglesia, y no el Concello, "dende o goberno seguimos traballando para salvaguardar a seguridade das persoas usuarias do recinto coa correspondente sinalización do espacio, ao igual que tramitamos os requerimientos establecidos pola normativa". Asegura que desde el gobierno local seguirán instando al titular del bien patrimonial para que actúe con celeridad y acometa las acciones oportunas antes del inicio de las Fiestas de San Martiño "e velaremos para que o proceso se cometa coas máximas garantías".

El concejal quiere dejar claro que desde que el pasado día 10 se produjo el desprendimiento de este elemento de piedra del campanario y tan pronto como el concejal de Mobilidade le comunicó lo sucedido, se dirigió a hablar con el cura párroco de San Martiño "e despraceime ata o lugar a comprobar in situ os desperfectos na igrexa". Señala que la Policía Local realizó un primer informe, en el que recogía las primeras valoraciones y que la caída pudo haber sido ocasionada por la acción humana de una persona que intentó subir a través del cable pararrayos.

El siguiente paso asegura que fue llamar el martes 13 y remitir mediante un e-mail el informe de la Policía con las fotos. La respuesta del párroco fue que la comisión mixta se reuniría el jueves 15 y así harían una valoración de los pasos a seguir. En ese mismo e-mail se les dio permiso -dice- para vallar la zona y evitar que algún cascallo pudiera ocasionar un accidente a las personas que acudieran a actos religiosos. Meira añade que el viernes 16 recibe el informe de Patrimonio en su correo informando de los siguientes pasos para realizar tareas de conservación y mantenimiento, las cuales el Concello no puede acometer ya que la iglesia es propiedad del Arzobispado de Santiago y por lo tanto el Concello no tiene potestad para tales obras. Dice qeu la brigada tampoco puede acometer la retirada de la piedra ya que el informe de Patrimonio aclara que tiene que "facerse adoptando un procedimiento estrictamente riguroso, inasumible polo departamento".

Así, aclara que el martes 20, remite los informes de Policía y de Patrimonio al vicecanciller para qeu en el Arzobispado tomen las medidas oportunas y dos días después "contestame que efectivamente a comunicación feita por este concelleiro foi entregada ós organos competentes para proceder á súa reparación".