"En Canarias paso desapercibida porque hay muchos concursos de este tipo, pero aquí ha sido un boom". Quince meses después de haber pisado Galicia por última vez Olaya Gil regresa a su tierra con la vitola de ser una de las aspirantes al trono de Mrs Canarias 2015, una circunstancia que no ha pasado desapercibida para familiares, amigos y vecinos. "Es increíble. Yo soy bastante tímida y mucha gente que conozco simplemente de vista viene a hablarte. Y otros me reconocen y me preguntan si soy la que salió en el FARO". En persona o a través de las redes sociales -con la página "Apoyo a Olaya en el título de Miss Canarias" los mensajes de ánimo se multiplican para esta mujer de 34 años que entró en el concurso casi por casualidad y que ahora encara la recta final del mismo, con la gala final del 7 de noviembre en mente.

"Aún no acabo de creérmelo. Como es muy intercalado, ya que un día vas a hacer alguna actividad, luego no vas una semana... No te acabas de habituar, y ahora que estoy de vacaciones ni pienso en ello. Me acuerdo porque tengo a las otras chicas en el chat y siempre comentan cosas, pero ahora estoy aquí para estar con mi familia", señala. De hecho, la canguesa tenía previsto este viaje y comentó a la organización del certamen si había algún problema en hacerlo. "Me dijeron que me relajase, disfrutase y que a la vuelta seguiríamos", afirma. Aunque se pierde algunas de las clases de protocolo, automaquillaje y pasarela, lo de pasar unos días con la familia no tiene precio. "Para estas cosas su apoyo es muy importante. Tengo a mis hijos al cien por cien conmigo, más animados incluso que yo, pero es bonito estar con todos", señala.

Mientras, disfruta de una experiencia que ya la ha llevado a desfilar en la gala de Mrs Europa, en donde las 14 aspirantes a Mrs Canarias desfilaron en la que fue su presentación oficial. Una experiencia muy positiva para ella, a pesar de que reconoce que "me costó un poco desfilar, porque me preguntaba qué pensaría la gente. Para quienes tienen la autoestima baja es difícil al principio pero es bueno hacerlo". La timidez es uno de los hándicaps, y el otro la técnica, porque, como apunta ella misma, "caminar por la pasarela no es tan fácil como parece. Tiene su dificultad, y más cuando una no está tan acostumbrada. Hay que practicar y lo bueno es acabar haciéndolo sin pensar".

El examen final será el 7 de noviembre, un día en el que aún no ha pensado en serio y en el que deberá desfilar en bañador o de sport, en traje de cóctel y en traje de gala. "Al estar aquí estás desconectada, porque aún no tengo traje de gala ni zapatos", dice. Y es que el vestido de gala corresponde buscarlo a las candidatas. "Cada una debe buscarse la vida. Lo normal es que algún diseñador te lo preste, pero en Canarias es más difícil porque hay muchos concursos", explica. Así que no descarta llevarse de Galicia la vestimenta con la competirá en caso de que surja la oportunidad.