El Concello de Moaña remitirá hoy a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia el informe policial sobre el desprendimiento de un escudo de piedra del campanario de la iglesia de San Martiño, que se produjo el pasado sábado. El concejal de Cultura moañés, Salvador Meira, anunció que será a lo largo de la mañana de hoy cuando enviará el informe acompañado por un reportaje fotográfico y se pondrá en contacto con los responsables de Patrimonio para ver las medidas que hay que adoptar a partir de este momento.

El gobierno local decidió ayer mismo proceder al vallado de la zona más próxima al campanario del templo en previsión de que se pueda producir algún otro desprendimiento y para evitar que haya daños personales. De todos modos, Meira apuntó que tras la inspección realizada todo apunta a que la piedra desprendida del campanario está segura en el lugar donde cayó, si bien al haber afectadas varias tejas quiere impedirse cualquier disgusto.

La hipótesis que está imponiéndose para explicar la caída de la piedra es que alguien que subió a la zona alta de la iglesia pudo haber provocado de modo accidental el desprendimiento al manipular uno de los cables. La Policía Local de Moaña está investigando el asunto y al parecer dispone ya de algunas pistas para poder encontrar al responsable.

En todo caso, los próximos pasos a dar por el Concello dependerán de las instrucciones que hoy se reciban de Patrimonio. "Nuestra idea es facilitar todas las tareas en la medida de lo posible tanto a Patrimonio como al Arzobispado", asegura Meira, que dice desconocer por el momento si la reparación de los daños corresponden a la Xunta o bien al Arzobispado. Por el momento, la tranquilidad es la consigna ya que aún queda un mes por delante para las fiestas de San Martiño, fijadas para los días 11, 12, 13 y 14 del próximo mes de noviembre. "Aún hay margen de maniobra", señala el concejal moañés. Además, añade, la actuación que habrá que acometer para reparar los daños y devolver la iglesia a su estado original no parece que entrañe demasiadas dificultades. "No es una obra muy complicada. Se trata de restaurar cuatro tejas y en todo caso la estructura de madera que está por debajo, además de poner la piedra caída en su sitio", afirma un Salvador Meira que añade que "al menos a primera vista no parece una obra de consideración".

El desprendimiento se produjo el pasado sábado al caer un escudo de piedra de la parte más elevada del campanario de la iglesia de San Martiño, quedando en la cornisa de la estructura principal del templo y dañando parte del tejado. Desde la asociación vecinal se ha reclamado un acondicionamiento integral de la iglesia.