El concejal de Urbanismo de Moaña, Odilo Barreiro (BNG), aclara que por parte del gobierno local no se está poniendo impedimento a la licencia de legalización de la reforma que Conservas Iglesias está realizando en la antigua nave de Hermanos Cruz para trasladar a estas dependencias de la calle Rosalía de Castro su producción de Cangas. Todo lo contrario, dice que el retraso de cuatro meses es debido a la "falta de implicación de la propia empresa" que no recogió en todo este tiempo, desde que en febrero el Concello abrió expediente de paralización, la notificación. Añade que cuando llegaron al gobierno local en junio pasado se encontraron con este problema y fue en un último intento, antes de remitir la notificación al Boletín Oficial del Estado, ya que era devuelto constantemente incluso en la sede de Cangas, cuando lograron que el contratista recogiera la carta.

Sólo a partir de ese momento pudieron empezar a agilizar el proceso de legalización, asegura Barreiro, que quiere dejar clara la postura del gobierno bipartito BNG-PSOE de Moaña, tras la protesta que realizaron trabajadoras en el pleno de este jueves culpando al ejecutivo de este retraso. Una representación de la plantilla leyó un comunicado en el que atribuían al gobierno local el bloqueo en la concesión de la licencia, incluso que no se autorizara la conexión de Gas Natural, y le responsabilizaban de que la conservera pudiera perder la subvención, ya que en veinte días acababa el plazo, con lo cual estaría condenada al cierre.

De la apertura de esta conservera están pendientes unas treinta trabajadoras, antiguas empleadas de Conservas Cruz, de las cuales 20 están trabajando en la planta de Iglesias en Ojea, en Cangas; pero 10 esperan desde hace un año, y sin cobrar, en sus casas ya que no había espacio para todas en la factoría canguesa cuando Iglesias se hizo con la planta de Moaña, aseguran las propias afectadas.

Barreiro manifestó en el pleno que el Concello ya había cerrado el plazo de exposición pública para la concesión de la licencia y que se habían presentado tres alegaciones, por lo que ahora tocaba resolver a Urbanismo de la Xunta. La Consellería de Infraestructuras confirmaba ayer que el expediente todavía no les había llegado.

El concejal explica que falta que el departamento de Urbanismo municipal informe las alegaciones para remitir el expediente a la Xunta. Sobre dichas alegaciones, dice que tienen que ver con temas medioambientales y de dejar libre la zona de policía del río. El concejal confía en que todo se resuelva satisfactoriamente "porque nos interesan los trabajadores y los puestos de trabajo" y recuerda que desde que asumió la concejalía se reunió con el empresario (padre e hijo), con las extrabajadoras de Hermanos Cruz y delegados que trabajan en Cangas "y hemos puesto todo lo que está en nuestras manos para agilizar el proceso".

Pese a todo, el edil también asegura que ahora la gestión ya depende de Urbanismo de la Xunta que deberá de informar las alegaciones y si el expediente es favorable desde el Concello se le otorgará la licencia. "Seguro que la legalización de las obras dentro de nuestra competencias va a ser fácil y no supondrá un problema ya que no se trata de la zona nuclear de la fábrica".

Que quede claro, insiste Barreiro, en que "nos encontramos este problema cuando asumimos el gobierno y lo que hicimos fue agilizar la tramitación con reuniones con todas las partes".

Hay que recordar que el Concello había remitido el expediente a la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, al estar parte del terreno en zona de servidumbre, y el informe que se emitió desde la APLU fue favorable. Sin embargo desde el Concello se paralizaron las obras por entender que en el interior no se ajustaban al proyecto presentado en el Concello y la empresa tuvo que presentar un reformado.