No pasaban muchos minutos del medio día y uno de los trabajadores de la Comunidad de Montes de Moaña había dejado su vehículo todoterreno estacionado en una cuesta que conduce al monte, en la zona de A Fraga, en Broullón (Moaña). Al poco rato, el vehículo se deslizó cuesta abajo sin ningún control. Sin que se sepan todavía los motivos, atravió la carretera Moaña-Marín (PO-313) y continuódescendiendo mientras el conductor se lanzaba en su persecución. Alcanzó el coche pero no podía entrar. La ventanilla estaba abierta así que intentó hacerlo a través de la misma. Su principal objetivo era llegar al freno de mano.
Después de cruzar con fortuna la mencionada carretera en un momento en el que no circulaba ningún coche, el todoterreno de la Comunidad de Montes de Moaña colisionóp con un poste de hormigón que hay al otro lado de la vía, pero por sorprendente que parezca prosiguió su marcha sin control. El conductor, que compruebó que no es capaz de hacerse con el control del vehículo desde fuera, optó por dar un volantazo y llevar al vehículo a una zona de matorrales. El vehículo frenó justo al pie de un barranco. Una rueda incluso parecía quedar en el aire. El susto había pasadado, pero la alerta ya se emitió. Una ambulancia del 061 se puso en marcha para acudir en auxiliodel conductor, donde fue curado de las múltiples heridas leves que tenía en su denodado esfuerzo de hacerse con el control del vehículo. La Guardia Civil también hizo acto de presencia en el lugar y tomó declaración a los testigos y al protagonista.
El curioso episodio vivido en A Fraga se saldó sin ningún herido de importancia, pero todos destacan que pudo acabar en una tragedia grande. El hecho de que no pasara ningún coche por la carretera Moaña-Marín cuando el todoterreno la cruzaba sin ningún control se considera más que una cuestión de suerte.
Vecinos y miembros de la Comunidad de Montes de Moaña procedieron más tarde a retirar el vehículo del peligroso lugar donde había quedado.
