La isla de Ons cuenta cada año con más visitantes, que se paran a disfrutar de sus paisajes y a reponer fuerzas. Pero esos visitantes no son solo humanos. Cuando los veraneantes se marchan en el mes de septiembre llegan otros turistas de paso: hasta 37 especies diferentes de pájaros que paran en la isla buenense en su migración desde el norte de Europa hacia latitudes más calidas al sur del continente. En 2013 se instaló en el archipiélago una estación de anillamiento y desde entonces se han contabilizado más de 1.400 ejemplares de 37 especies. "Son uns resultados moi positivos, por enriba do esperado", afirman desde la Consellería de Medio Ambiente.

Este proyecto es una iniciativa conjunta del Grupo Ibérico de Anillamiento y del Parque Nacional Illas Atlánticas. Hasta la fecha se han desarrollado dos campañas y coincidiendo con el inicio del otoño: en 2013 se prolongó durante todo el mes de septiembre y en 2014 se amplió a los diez primeros días de octubre. Las dos especies con mayor número de ejemplares que han parado en Ons son el mosquitero musical (Phylloscopus trochillus) y el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Los resultados de los estudios también revelan una importante presencia de ejemplares de papamoscas gris (Muscicapa striata) y del popular petirrojo (Erithacus rubecola), que emplean la isla buenense como descanso migratorio y para aprovisionarse de energía en su camino al cálido sur. Los voluntarios que participan en este programa han identificado hasta la fecha mosquiteros musicales anillados en países como Inglaterra o Francia.

Ons y el resto de las islas del Parque Nacional Illas Atlánticas son un lugar privilegiado para estudiar a las aves migratorias. Los pájaros que inician el viaje desde el norte de Europa suelen desplazarse siguiendo la línea de costa y bordeando el litoral atlántico europeo hasta que tienen que dar el salto al continente africano. En Galicia muchos de esos ejemplares encuentran archipiélagos como los del parque nacional como aliados naturales: usan las islas como un puente en la que descansar y recuperar energías y se evitan el largo "rodeo" que supondría seguir la línea de costa de las rías.

Para anillar y estudiar a las aves que paran en Ons obviamente primero es necesario capturarlas. Para ello se utiliza un sistema conocido como "redes japonesas" o redes de niebla, que son el método más seguro para que capturarlas sin que sufran daño alguno. Estas redes de abren al amanecer y se mantienen funcionando hasta el mediodía, que son las horas de máxima actividad de las aves. Durante ese tiempo los voluntarios revisan periodicamente las redes para comprobar si hay ejemplares. A continuación se introducen en un colectores especiales de tela transpirable, donde permanecen hasta el momento de ser anilladas. Desde Medio Ambiente subrayan que este proceso se realiza siempre con "sumo coidado" para no dañar al animal y para no causarle una "tensión innecesaria".

Finalmente, y después de anotar datos complementarios como el sexo o edad del ave, quedan en libertad para poder continuar con su largo camino en busca del ansiado y cálido sur.