José Suárez, director de las campañas de excavación realizadas en Monte do Facho y miembro del comité científico de la Ruta de los Fenicios, acompañó ayer a Ana Isabel Vázquez y a Antonio Barone en la firma de la adhesión a la Carta de Jaén.

-La cultura fenicia continúa en gran parte siendo un misterio ¿es importante su huella en Galicia?

-No lo es si valoramos el conjunto de Galicia, pero si lo es en la costa gallega y, sobre todo, en la zona sur, lo que sucede es que es más importante de lo que se suponía hasta ahora. Hasta el momento teníamos indicios de que esa presencia había estado ahí, que había ciertas influencias en la cultura material, pero ahora sabemos que esa presencia tuvo una cierta permanencia y que los fenicios influyeron en mayor medida de lo que pensábamos en la cultura indígena gallega.

-¿Cómo determinó la civilización púnica la cultura castrexa?

-Todavía no tenemos una media exacta, pero sabemos que influyó en cuestiones como la orfebrería, en el acceso a una serie recursos propios del mundo Mediterráneo que aquí no existían, ya sean recursos en forma de objetos de lujo o elementos de la vida cotidiana, pero hoy en día sabemos también que influyó incluso en la manera de expresar y de ver las creencias, es decir, hay presencia de ritos religiosos que seguramente lo estaban haciendo los indígenas a sus propios dioses pero los ritos, la manera de practicar su religión, recibió influencia de las maneras mediterráneas y púnicas.

-¿Cómo era la cultura fenicia y por qué es todavía muy desconocida?

-La fenicia fue una cultura trascendental para la historia de Europa, lo sucede es efectivamente ha quedado un poco marginada, aplastada por dos polos fundamentales en los que los movemos para entender la historia europea, que son la herencia griega y la herencia romana, pero la fenicia, que fueron por ejemplo los que crearon el alfabeto europeo, que deriva del latín pero en origen deriva del fenicio, fue el primero. Pues ellos también fueron los que trajeron a la Península Ibérica muchos cultivos típicos del Mediterráneo, expandieron la explotación del aceite y, sobre todo fueron unos grandes navegantes y los que impulsaron muchos cambios y avances en la navegación en el Mediterráneo, avances e innovaciones que después fueron imitadas tanto por los griegos como por los romanos, solo que los fenicios no salen o no se conocen y los otros si.

-¿Cómo llegaron hasta nosotros los restos que conservamos, por ejemplo los que conserva el Museo de Pontevedra?

-En el Museo hay restos que llegaron a nuestras costas y que aparecen en yacimientos que fueron creados directamente por esta cultura, que son los más escasos, como puede ser el caso de A Lanzada en algún momento al menos, en alguna de sus etapas, o el de Alcabre, en punta do Muíño do Vento, pero también en forma de productos de lujo que intercambiaban con las comunidades indígenas.

-¿Qué recibían a cambio de estos productos?

-Seguramente los intercambiaban por materias primas, a cambio de estaño, oro, pieles, esclavos etc.

-¿Es fenicio el misterioso carnero alado de oro que conserva el Museo de Lugo?

-Fue una de las ideas, que podía estar vinculado al mundo fenicio, pero ahora se tienen dudas, ese carnero es muy problemático, en realidad puede venir del mercado de antigüedades y actualmente su cronología parece medieval, podría tener más que ver con la presencia de navegantes islámicos.

-¿Qué descubrimientos han posibilitado las sucesivas excavacaciones que usted dirigió en Monte do Facho?

-Las excavaciones de Monte do Facho las iniciamos en el año 2003, hicimos seis campañas de excavación hasta 2008 y aún seguimos trabajando actualmente en cuestiones de mantenimiento y limpieza. Consistieron básicamente en descubrir un santuario romano de los siglos III y IV y lo que pensábamos que era un castro de la época prerromana, un castro como tantos otros, pero nos encontramos con que este castro funcionaba también como un santuario de la época prerromana. En realidad se trata de un santuario que funcionó en la época prerromana y también posteriormente durante la época romana.

Ficha personal

José Suárez Otero es arqueólogo y fue con Thomas Schattner el descubridor del Castro do Facho, en Cangas, un santuario único en Europa y se cree que el más antiguo de Galicia en el que la cultura castrexa rendía culto al enigmático dios gallego Berobreo.