"Solidaridad Internacional apuesta por el Comercio Justo, una alternativa al comercio convencional que permite a los productores de países en desarrollo acceder a mercados del Norte." Con esta declaración de intenciones abrió ayer en Cangas la "Feira do comercio con sentido", en la que dicha ONG instaló un puesto de exposición y venta de mercaderías elaboradas en países de América, África o Asia tan distantes como Perú, Filipinas, Nicaragua, Pakistán o Guatemala, pero que respetan los métodos tradicionales y en cuyos procesos se salvaguardan los derechos de los trabajadores. Las comunidades locales obtienen, así, un medio de vida sin utilizar mano de obra infantil o dando oportunidad a las mujeres de participar activamente en las decisiones económicas, sociales y ambientales, que repercuten positivamente en el bienestar colectivo.

Al comprar en una tienda de Comercio Justo el consumidor, además de llevarse un producto de alta calidad, "también está contribuyendo a un mundo más humano, social y ecológico. Promueve el respeto a los trabajadores, un pago justo, garantiza unas condiciones laborales dignas, reduce el número de intermediarios, posibilita una relación más directa entre consumidor y productor, promueve la equidad de género y garantiza la no utilización de mano de obra infantil", relatan sus promotores. No es poco, pero cabría añadir que nos da la oportunidad, a estos "consumidores globalizados", de probar exquisiteces gastronómicas o elaboraciones textiles de alta calidad difíciles de conseguir por otros medios y casi a precio de supermercado, como resumía ayer una veterana visitante.

La realidad, de cerca

"Hay personas que quieren ir más allá y viajan a los países de origen para conocer sus condiciones de vida y de producción", explica una de las personas voluntarias de Solidaridad Internacional y que ya vivió esa experiencia "enriquecedora". Sin ir tan lejos, un grupo de estudiantes de 1ª de ESO del instituto de Rodeira se acercó ayer a la carpa para conocer productos de aquellas tierras como el café, té, cacao, azúcar o algodón, sus variedades, producción natural o comercialización esquivando intermediarios que distorsionarían su objetivo original. También pudieron probar algunos de los productos expuestos.

Además de la feria de "comercio consentido", el programa de las X Xornadas Interculturais, que organiza la Concellería de Cultura incluye la exposición fotográfica "Dez anos de interculturalidade en Cangas", en la Casa da Xuventude y otras actividades que se repartirán por varios centros durante el mes de mayo.