Tres miembros de una misma familia de Bueu permanecían ayer ingresados en Montecelo y el Hospital Provincial donde se recuperaban de una intoxicación por monóxido de carbono. Los afectados son un matrimonio y su hijo adolescente y las fuentes consultadas apuntan que ayer permanecían en observación y pendientes de evolución, que se espera positiva. Fue el padre quien se dio cuenta de que algo no iba bien y avisó al 061. En un primer momento atribuyeron el malestar y los síntomas a una posible intoxicación alimentaria, pero las posteriores pruebas en Montecelo determinaron que se trataba de monóxido de carbono relacionada con la mala combustión de un calentador. La familia incluye también a una niña de corta edad que duerme en la misma habitación que su hermano, pero que precisamente en la noche del lunes se quedó en casa de una amiga.

El primer aviso se dio alrededor de las 3.30 horas de la madrugada. El padre, Celso P.G. y de 38 años, se levantó para ir al baño y notó que no se encontraba bien, estando incluso cerca de desmayarse. Comprobó que su esposa, Luz E. A.D. y de 38 años, y su hijo adolescente también sufrían un fuerte malestar, con dolores de cabeza y en el caso de la mujer incluso vómitos. Llamaron al 061 y a los pocos minutos la ambulancia asistencial con base en Bueu llegó a la vivienda, en el número 30 de A Ramorta. La familia fue trasladada al cercano centro de salud y en principio se barajó una posible intoxicación alimentaria relacionada con la cena, una impresión reforzada por el hecho de que en la vivienda no se percibía olor a gas.

Aún así la mujer fue trasladada en ambulancia a Montecelo para ser sometida a más pruebas, mientras que el chico fue llevado al domicilio de su abuela materna, en la calle Tomás Bolíbar, para pasar allí la noche mientras sus padres permanecían en el hospital. Los resultados posteriores realizadas a la madre revelaron que la verdadera causa del malestar era una intoxicación por monóxido de carbono, razón por la que poco después de las siete de la mañana la ambulancia acudió a recoger al hijo, que a aquella hora seguía con dolores de cabeza, para ser ingresado en el Hospital Provincial.

Al mismo tiempo se dio aviso a los Bombeiros do Morrazo, Policía Local y Guardia Civil para que acudiesen a la vivienda, donde ya no había nadie, para detectar el origen de la fuga de monóxido de carbono y proceder a su ventilación.