La solución adoptada hasta ahora por los responsables de la empresa Narom, que realiza los trabajos de desmonte en el entorno del Corredor do Morrazo consiste en la colocación de pacas o balas de paja junto a los acuíferos y que actúan a modo de "colador o filtro" de los residuos más gruesos. Se acompaña de un cerco de xabre que tiene la misma finalidad, según explicó ayer a este periódico un responsable de la compañía.

Asimismo, reconoció que técnicos de Augas de Galicia visitaron ayer los trabajos, alertados por las quejas vecinales y los informes de la Policía Local y el Seprona, aunque concluyeron que la actuación se estaba ejecutando de forma correcta, por lo que no procedería sancionar a los ejecutores o adoptar medidas como la paralización de los trabajos. La turbidez del agua se presentaría como un "mal menor" por las particulares condiciones de ese entorno.

Durante la jornada también se produjo una nueva visita de agentes del Seprona al tramo final del cauce del río Saíñas, que recogieron testimonios de algunos vecinos y realizaron fotos que confirman el arrastre de tierras y barro. En el arenal de Rodeira la afluencia de bañistas fue ayer menor que durante el fin de semana, aunque muchos de las decenas de usuarios, la mayoría paseantes, repararon en la turbidez del agua en el área de la desembocadura.