María Acuña Refojos es la veterana de las camareras de la Hermandad de los Dolores de Cangas. Lleva más de 43 años ejerciendo los cuidados de la Virgen, incluso la alberga en su casa de la Plaza do Sinal a lo largo de todo el año, salvo en estas fechas de Semana que es trasladada a la excolegiata. "Los huecos es lo principal", le decía ayer por la tarde en el templo parroquial a otra camarera cuando decoraban con flores los jarrones que bordean a la Virgen y para dejar ver el fondo del retablo. Desde el pasado día 2, la Virgen de los Dolores permanece en la excolegiata, sobre el anda, en una plataforma, en el lateral derecho del templo, de donde hoy saldrá en la procesión con motivo de la festividad local de Cangas y a hombros de 24 costaleros vestidos con sus capuchones azul y granate.

Con María Acuña ayer trabajaban Teresa González, Sira Rodal y María Giráldez, con la ayuda de otra mujer y de un joven cofrade Adrián Otero, de 18 años, que seguía escrupulosamente las órdenes de las veteranas. Estudiante de peluquería, asegura que es el primer año que ayuda en Los Dolores y dice que lo hace "por estar con la virgen" y que le hace ilusión. De hecho, desde los 7 años está metido en las cofradías, primero estuvo en la de San Pedro y después en la del Cristo, en la que permaneció dos años.

"Cuando uno tiene tiempo libre lo emplea donde le apetece", dice Teresa González Villar, casi sin poder torcer la cara para no dejar de trabajar en la colocación de las flores que adornan. Ella es camarera desde hace cinco años, algo que defiende "por cariño hacia lo que tenemos y también por devoción". Asegura que la decisión del tipo de flores que llevará la Virgen en el día de la procesión es algo de las camareras más veteranas. Aquí no valen las ideas, sino que se respeta de forma escrupulosa una jerarquería que ni el propio presidente de Los Dolores, Manuel Gil, intenta variar. Ayer, el presidente, que también es a su vez presidente de la Coordinadora de la Semana Santa de Cangas y al que se le debe el renombre que ha adquirido esta celebración religiosa, no solo en Galicia, en donde tiene el distintivo de Fiesta de Interés Túrística, sino a nivel de España, observaba los últimos preparativos. Lo hacía junto a otros miembros de la directiva, jóvenes que han asumido el relevo generacional dentro de la hermandad y por el que tanto él apuesta, como el vicepresidente José Antonio Fernández Graña, que a sus 30 años llegó al cargo desde la vicepresidencia primera y por herencia de su abuelo, que ya lo era. Con él también estaba en la excolegiata la secretaria de la hermandad, Sheila Lorenzo, que se encarga de la documentación, el papeleo y levantar las actas.

Gil asegura que para la procesión de este año y por primera vez se han cursado invitaciones a las autoridades como al presidente de la Diputación, Rafael Louzán; al de los comerciantes, Xosé Bangueses; a los presidentes de todas las cofradías y a los puestos de mando de las fuerzas del orden: "Ha sido una cuestión que planteó uno de los integrantes de la hermandad y que hemos aceptado. No se hacía desde hacía muchos años. Hasta ahora no había protocolo de autoridades invitadas como se hará este año".

"¡Vamos muy atrasadas! se quejaba una de las camareras mostrando su estrés: "Llevamos dos horas perdidas porque no venía la flor y por la mañana no pudimos empezar hasta las once ya que había un funeral". Mientras tanto, Gil contempla y por la puerta lateral llegan, por fin, los electricistas de la hermandad, que son los responsables de conectar la luz que lleva la imagen con cuatro candelabros y un foco que se suministran mediante cuatro baterías instaladas bajo el anda. Raúl Manuel Martínez Giráldez y Manuel Marcos Millán son los dos electricistas. Ambos estudiaron Telecomunicaciones y trabajan en la misma operadora de móviles, pero no se le caen los anillos cuando se tienen que poner bajo el anda para realizar toda la conexión: "Las baterías pueden llegar a pesar hasta 20 kilos cada una", asegura Manuel Martínez, que lleva tres años en este cargo por herencia también de su abuelo, Manuel Giráldez. Además de electricista en la hermandad, Manuel ejerce de costalero y hoy será uno de las 24 personas que porte la Virgen en su recorrido por la calle Real hacia abajo, Eduardo Vincenti, Orillamar y vuelta porla calle Real hasta el templo.

La procesión comenzará tras la misa solemne de las 19.00 horas, que será oficiada por el párroco Jesús Casás y cantada por el Coro Clásico de Vigo. Por la mañana, también habrá misas de 09.00 a 12.00 y ruada, por la tarde, a cargo de la Banda de Música Bellas Artes, que acompañará también la procesión.

Y mientras en la excolegiata apuraban el arreglo de Los Dolores, frente al templo, en la Casa de la Fábrica, también denominado bajo de las novenas, integrantes de la Cofradía de la Misericordia preparaban también el paso de la Santa Cena que sale el Jueves Santo con productos naturales a base de frutas, pan sin sal y vino procedentes de donaciones de devotos.