Comenzaron ayer las obras de reparación del talud del corredor de O Morrazo que se vino abajo como consecuencia de las intensas lluvias de este invierno y que obligó en dos ocasiones a cerrar la salida de Cangas al tráfico rodado. La citada vía permanece inutilizada para que se puedan desarrollar las obras y los vehículos son desviados por la vía de acceso al mismo desde Ameixoada. Los trabajos en esta zona en concreta comienzan una semana después de que la Consellería de Infraestructuras y Medio Ambiente hubiese empezado a reparar otro talud, situado en el tronco del corredor, en el punto kilométrico 12+700, después del túnel de Coiro y a 700 metros del que ahora se repara.

El objetivo de los trabajos es asegurar la tierra para que no se produzcan más desprendimientos. La intención es rebajar la altura del talud y restauración del muro de piedra. Para ello se emplean los métodos más modernos, como la instalación de una red electrosoldada, arrojada por una manguera de hormigón, ejecución de un dren californiano (introducir un tubo de pequeño diámetro y gran longitud dentro del terrenos natural) y colocación de anclajes de cables de acero dispuestos en cuadrícula.

Empresa adjudicataria

Todas las obras de reparación fueron adjudicadas a la empresa Narom, por un importe de 822.000 euros, cuando la Xunta había sacado la obra a concurso por 850.000 euros.

El desvío de la circulación del corredor de O Morrazo, que obligó también a cerrar 600 metros del mismo, en la zona del viaducto de Ameixoada, supone atascos diarios en la rotonda de Ameixoada, situada mismo debajo del viaducto cortado al tráfico. El primer día que se desvió el tráfico y se puso el vial de acceso al corredor con doble dirección se produjo el primer accidente, cierto que fue por alcance y solo se registraron daños materiales, sin heridos.