El Festival de Cine de Karlovy Vary (República Checa) es uno de los más prestigiosos del mundo, y este año contará con un estreno con marcado acento de las Rías Baixas y una temática social de tremenda actualidad: Los desahucios. Se trata del film "El triste olor de la carne", dirigido por el chileno Cristóbal Arteaga y producido por la canguesa Deica Audiovisual. La película es una obra arriesgada, que se rodó en abril por las calles de Vigo. Los 90 minutos fueron grabados en plano secuencia y único, por lo que la coordinación de las 40 personas que participaron en la misma, incluidos 20 actores, fue complicada y la clave de que, el cuarto intento, concluyese con éxito.

El actor principal, Alfredo Rodríguez, representa con fidelidad, a modo de documental de ficción, los últimos 90 minutos de un padre de familia antes de que lo desahucien de su casa.

El operador de cámara y uno de los responsables de Deica Audiovisual, Pío Cribeiro, explica que el presupuesto total del rodaje y distribución actual no pasó de los 3.000 euros. "Gravamos en dous días. Ao cuarto intento saiu ben, cando xa non tiñamos máis oportunidades", y es que lograron el permiso de Vitrasa para rodar en el interior de un autobús.

Se muestra entusiasmado con la selección de la película por uno de los principales festivales del mundo. Cinco personas viajarán a la República Checa para estar presentes en un evento que se celebrará entre el 28 de junio y el 6 de julio. El requisito es estrenarla en Karlovy Vary, por lo que será allí cuando conozcan por primera vez la reacción del público ante una obra tan innovadora. "Non existen moitas películas na historia feitas cun único plano secuencia. É unha aposta arriscada que supoño que xogaría ao noso favor á hora da decisión do xurado. A maioría das películas proxectadas como plano secuencia adoitan ter algún corte", explica Cribeiro.

Se trata de un film alejado del cine comercial. "É unha obra de autor, para reflexionar, das que adoitan gustar no público de América Latina", apunta.