En la primavera de 1989 se inauguró la casa da Cultura de Cangas, situada en el entorno de la playa de Rodeira. Pero desde entonces ha venido funcionando con luz de obra. Esta misma semana el gobierno local consiguió desbloquear la situación y concedió a Gas Natural Fenosa las obras necesarias para realizar la acometida eléctrica y que este inmueble pase a estar conectado a la red general de electricidad, con el consiguiente beneficio para las arcas públicas en materia de coste, pues la tarifa de la luz de obra es sensiblemente más cara. Desde el Concello el alcalde, José Enrique Sotelo, muestra su satisfacción por "regularizar" esta situación y aseguraba que la compañía llegó a amenazar en alguna ocasión con cortar el suministro ante las deudas que el Concello mantenía con ella.

Y es que éste es precisamente el motivo de que tanto la Casa da Cultura, como otros edificios públicos, trabajasen con luz de obra hasta los últimos meses: una deuda con la suministradora eléctrica de 600.000 que Cangas mantenía hasta noviembre del año 2012. Entonces se realizó un pago inicial de 70.000 euros y el plan de pagos establece una serie de plazos para que ambas partes queden a cero en 36 meses a contar desde noviembre. "De momento estamos cumpliendo con lo prometido, por lo que la compañía accedió a regularizar estos inmuebles". En el propio plan de pagos se incluía, además de eliminar estas conexiones irregulares, una nueva tarifa más ventajosa para el Concello con la que se ahorra, en gasto corriente de luz, unos 150.000 euros al año en una factura que antes rondaba los 800.000 euros. Mientras no se redujera la deuda, Fenosa mantenía los inmuebles con luz de obra porque le reportaba mayores beneficios. Y es que además de la Casa da Cultura estaban en la misma situación el edificio nuevo del CEIP Nazaret, la guardería pública de O Hío -En la que no se podía utilizar el ascensor hasta que se construyese la acometida- además de otros inmuebles. También se regularizó la fuente luminosa, pues la compañía cobrara a Cangas una estimación de 5.000 euros, aunque no se utilizara, alegando que no podía comprobar el contador porque estaba debajo de la misma. Ahora se instaló al lado de los semáforos situados entre la Alameda Nova y el paso de Eugenio Sequeiros.

Otras regularizaciones

Pero además del precio, esta regularización, no limitará el uso de la Casa da Cultura. Y es que, aunque sus conserjes explican que trabajaban con normalidad y en algún caso incluso desconocían que estaban con luz de obra, el edil de Urbanismo, Rafael Soliño, explica no se podría instalar un ascensor o cualquier electrodoméstico que requiriese de una alta potencia energética. "Solo se utilizaban ordenadores y bombillas, por eso la Casa da Cultura funcionaba sin problemas", aclara.

La siguiente de las regularizaciones en la suministración eléctrica que se hará será en el CT del campo de fútbol de O Morrazo, que según el Concello ahora mismo está funcionando gracias a unos generadores de energía. "La canalización ya está hecha y faltaría solo la instalación eléctrica", apunta Soliño.