El vecino de Moaña, José Joaquín Torres, que en la tarde del lunes amenazó a un agente de la Policía Local de la localidad con una escopeta pasará hoy a disposición judicial tras entregarse a las fuerzas de seguridad, que lo persiguieron durante toda la tarde. En su entrega medió un negociador de la Guardia Civil, según informa el instituto armado.

Fue en la vivienda de Tirán, donde habían tenido lugar los hechos y en donde reside con su hermano, donde José Joaquín Torres se entregó, no sin que antes se vivieran momentos de gran tensión. El acusado de encañonar al agente de policía de Moaña, tras escapar por los montes próximos a Cangas, regresó a la casa denominada finca de Castroviejo, en la parroquia de Tirán, donde había comenzado todo. Desde allí, siempre según informa la Guardia Civil, llamó por teléfono móvil a su hermano, que estaba en el cuartel del Guardia Civil de Cangas, y, entre otras cosas, le dijo que quería despedirse de él. Efectivos de la benemérita pusieron rumbo a Tirán y localizaron al hombre en la terraza, "desarmado y nervioso". Durante unos minutos muy tensos el negociador habló con él y logró convencerlo para que se entregara. Pasaban de las 21.00 horas cuando se procedió a la detención de Joaquín Torres, al que se le acusa de un presunto delito de atentado a agentes de la autoridad, amenazas contra personas y daños. No hay que olvidar que el detenido no solo amenazó al policía, sino que utilizó la escopeta contra su propio hermano. La Guardia Civil señala que el motivo del altercado fue un grave problema de convivencia entre los hermanos. Ambos compartían vivienda y, por una antigua rencilla, el hermano amenazado le había cambiado la cerradura de la puerta, cuestión que según la benemérita originó el conflicto, que se inició a las 17.00 horas del lunes cuando este vecino de 50 años de edad procedió a causar daños materiales en la vivienda, hecho que provocó que los vecinos llamaran a la Policía Local de Moaña, que se presentó en la finca de Castroviejo en Tirán para conocer la situación.

Según señala el instituto armado, una patrulla de la Policía Local de Moaña, alertada por un vecino de la zona, llegó al lugar de los hechos y, cuando iba a entrevistarse con la persona que había dado la alerta, el presunto agresor irrumpió diciendo "no quiero matar a nadie, pero me estáis jodiendo", para acto seguido encañonar a los agentes con una escopeta de caza. Los efectivos policiales trataron de parapetarse, ante la posibilidad de que el hombre abriese fuego, oportunidad que aprovechó el detenido para huir en un vehículo, Seat Ibiza, de color blanco, en dirección Cangas.

Ante esta situación, efectivos de la Guardia Civil de varios puestos y las Policías Locales de Cangas y Moaña iniciaron un amplio dispositivo de búsqueda, al tiempo que, a modo de prevención, y teniendo en cuenta que el varón había huido armado, se procedió a reunir y lleva a un lugar seguro a toda su familia.

El operativo de búsqueda se centró en los montes próximos de Cangas, cerrando todas las salidas posibles de la localidad y también peinando el casco urbano. Posteriormente, los agentes averiguaron que el fugitivo había dejado el choche en un camino próximo al Monte de Ameixoada, que había escondido dos armas que llevaba en lugares diferentes y que había emprendido, a pie, el camino de vuelta a su casa. Las fuerzas de seguridad rastrearon el monte durante la noche del lunes y la mañana de ayer.

En este operativo localizaron una escopeta de cartuchos de calibre 12 y un rifle del 22, así como una bolsa con abundante munición para ambas armas y un machete de caza. El detenido tiene licencia de armas de tipo B, que le autoriza a la posesión de este tipo de armas, que quedaron depositadas en Intervención.