La llegada del buen tiempo y la cercanía del verano animan a muchos vecinos a acercarse a las playas para disfrutar de estos espacios naturales. La nueva ordenanza municipal aprobada el año pasado prohíbe el acceso a los arenales con perros y por ello la Policía Local de Bueu ha reforzado el control en estos lugares. Esa labor de vigilancia tuvo ya las primeras consecuencias y hace unos días los agentes tramitaron la primera denuncia de los últimos meses. El expediente será tramitado ahora desde el Concello y la persona denunciada se enfrenta a una posible sanción económica.

La ordenanza municipal, aprobada el verano pasado, establece que la presencia de perros en las playas está vedada durante todo el año, aunque la intención del gobierno municipal es cambiarla para autorizarla durante el invierno.