El gobierno local de Bueu parece dispuesto a retomar uno de los proyectos postergados desde hace años: la ampliación del cementerio municipal, emplazado en el entorno de Castiñeiras. La actuación es cada vez más perentoria habida cuenta que no se conceden nuevos nichos desde hace casi veinte años, tal como reconocen desde el ayuntamiento. La intención del consistorio es acometer la ampliación "definitiva", que podría incluir la construcción de un millar de nuevos nichos y serviría para completar el "complejo de servicios funerarios" del lugar: el tanatorio, las zonas verdes alrededor de las mámoas de Castiñeiras y el propio camposanto.

En las últimas semanas el ejecutivo local comenzó una serie de contactos con los propietarios de algunos terrenos lindantes con el cementerio para "explorar" su disponibilidad y abordar una hipotética negociación. El alcalde buenense, Félix Juncal, avanza que esta intervención tendrá carácter "prioritario" para el Concello y confía en que durante los próximos meses se alcance un acuerdo con los dueños de las parcelas, que por ahora elude concretar. "Son terrenos que xa estaban calificados para a ampliación do cemiterio", precisa el regidor.

El trámite comprendería dos fases diferenciadas: una sería la adquisición de la superficie necesaria y la otra impliacría la redacción del proyecto técnico, con los costes. El ejecutivo local encargó ya a los técnicos que comiencen a trabajar sobre un estudio económico de viabilidad y costes para perfilar también el presupuesto. En todo caso, desde el Concello afirman que la obra sería financiada directamente por la propia administración local, que luego recuperaría esa inversión con la venta de las concesiones sobre los nuevos nichos. "Eses ingresos deberían ser suficientes para costear a compra dos terreos e a construcción dos nichos", apunta Juncal. El regidor subraya si finalmente se puede llevar a cabo la pretendida ampliación será "ambiciosa" y probablmente la "definitiva".