El paro en la comarca de O Morrazo tiene una evolución distinta a la mayoría de Galicia y de España. En el mes de marzo, y por segundo año consecutivo, las cifras de desempleados bajaron, pero siguen siendo elevadas. El primer trimestre del año se cerró con 7.299 personas anotadas en las listas del Servicio Galego de Empleo. Buscar un trabajo se ha convertido en una verdadera obsesión para todos. Y en este ambiente convulso de retornos a muchas cosas: emigración, economía sumergida, en Cangas muchos jóvenes que perdieron la paciencia buscan en el mar su primer empleo, como en su día lo hicieron su padre o su abuelo. Jóvenes sobradamente preparados, algunos con estudios universitarios mirar la pesca de bajura como una alternativa para salir del paso. Es el regreso al sector primario, tan denostado.

Pero mientras en los sindicatos y Capitanía Marítima de Cangas se detecta un aumento de solicitudes para conseguir la libre de inscripción marítima, la flota de bajura ofrece un espectáculo deprimente, el 98% de la misma, 102 embarcaciones concretamente tiene su rol depositado, es decir que están paradas. La Central Unificada de Trabajadores (CUT) señala que la administración no le puso fácil el regreso al mar a esos desempleados atrapados en la crisis del naval o la construcción, ni tampoco a los jóvenes que tratan de logran su primer trabajo. Ahora se exigen determinados cursos para enrolarse y, según señala la CUT, la lista de espera para llevarlos a cabo en la Escuela Náutica Pesquera de Bueu es muy larga. Muchos optaron por costearse cursos privados, pero eso no garantiza un puesto de trabajo en un barco. Los caladeros cada vez son menos y la bajura está como está, así que son pocos los que se arriesgan a costearse un curso que no les garantiza ser enrolados. El curso de formación básica cuesta entre 300 y 500 euros y después hay que hacer el de marinero pescador.

Las cifras de Capitanía ponen de manifiesto este interés por el regreso al mar. Se pasó de 108 en 2010 a 111 en 2011 y 150 en 2012. A día de hoy no hay barcos para tanta demanda, pero da igual, la fiebre por enrolarse crece de forma tan desesperada como la crisis.

Desde la Xunta de Galicia se afirma que en la Escuela Náutica Pesquera de Bueu se imparten ahora mismo dos cursos, cada uno con 20 plazas. Asegura que es muy difícil ofrecer datos sobre la lista de espera para hacer los cursos, "porque depende del Servicio Galego de Emprego y, en especial, teniendo en cuenta que se modificará a lo largo del año, ya que las acciones formativas de estos centros es prolongar a lo largo del presente curso e irán incluyendo a los interesados". Los hijos vuelven a pedir a los padres que quieren trabajar en el mar, desesperanzados por no encontrar un trabajo en tierra.