Tras la tregua del viernes, el fuerte viento volvió ayer a azotar la comarca de O Morrazo, sobre todo en los municipios orientados al sur, en Cangas y Moaña, pero en esta ocasión, al contrario que el jueves, ya estaba advertida la alerta naranja desde el día anterior. El temporal se dejó sentir con especial virulencia en el mar, a partir del mediodía, al coincidir la marea alta lo que obligó a las compañías del transporte marítimo de pasajeros Nabia y Mar de Ons a suspender el servicio que quedó cortado a las 14.30 horas. Fue una decisión que adoptaron los patrones de las embarcaciones debido a que las condiciones no eran favorables con fuerte oleaje en el mar.

En el caso de Cangas, el servicio, que los sábados tiene una frecuencia de barcos cada hora, estuvo cortado hasta las ocho de la tarde. A esa hora las condiciones de viento mejoraron y la naviera anunció que se restablecía el servicio en el barco que parte de Cangas hacia Vigo a las 20.00 horas y que la previsión era que estuviera operativo hasta el último a las 22.00 horas. En el caso de Nabia, que cubre el servicio de la línea entre Moaña y Vigo, el transporte se suspendió también a partir de las 14.30 y se anunció que no saldría el siguiente barco a las 16.30 horas. Nabia tiene reducidas las frecuencias los sábados y no hay barco en esa franja horaria de 14.30 a 16.30. De hecho para el barco de esa hora solo había dos viajeros para ir a Vigo que entendieron la situación y abandonaron la estación marítima. No hubo constancia de quejas a lo largo del día. Las tripulaciones de las navieras permanecieron en Cangas y en Moaña, respectivamente, en espera de poder levantar la suspensión del transporte en cualquier momento del día como fue el caso de Mar de Ons, a las ocho de la tarde.

Ya en tierra, Protección Civil de Cangas asegura que el viento derribó nuevamente un muro de una finca en Areamilla. Durante todo el día el ruido de las casetas de los marineros a causa del viento "tomó" el casco urbano de Cangas. Los bomberos del parque de O Morrazo se desplazaron a las 19.00 horas hasta Acuña, en Vilaboa, en donde había volado de la terraza de una casa una cama elástica infantil que rozó los cables eléctricos y quedó colgada de los de telefonía. En Moaña, Protección Civil retiró una pequeña parte de la cubierta del colegio de Quintela que se levantó con el viento.