Tras un largo trabajo de recolección de leña, la recompensa ha llegado. Los comuneros de Moaña realizaron ayer uno de los actos más tradicionales dentro de su calendario: la subasta de lotes de leña. Muchos de los componentes de la Xunta de Montes se acercaron hasta el local social de A Tioura para pujar y poder llevar a sus casas un material tan preciado en esta época del año, cuando la mayor parte de las familias opta por el calor de un fogón para combatir el frío invernal.

Durante poco más de dos horas, los participantes aprovecharon para realizar sus ofertas, que se iniciaron con un precio de salida de veinte euros por cada lote. No obstante, ninguno de los once lotes subastados se pagó por ese precio, sino que incrementaron su coste hasta alcanzar, en alguna ocasión, los sesenta euros. A diferencia de anteriores ocasiones, en la cita de ayer se vendieron todos los lotes y no quedó desierta ninguna oferta. Durante el transcurso del acto también tuvieron cabida bromas entre compañeros, que trataban de alcanzar de negociar la cantidad económica ideal para llevarse una de las cargas de leña de eucalipto y roble, muy demandados con la llegada de las bajas temperaturas.

Cada lote equivale en tamaño a la carga de un remolque común de tractor. Tras el animado proceso de venta, los comuneros moañeses repartieron cada paquete de leña con un distintivo para que cada comprador procediese a su posterior traslado.