Después de un verano abierto al público, el complejo lúdico y deportivo de O Beque ha cerrado otra vez sus puertas. A pesar de que una docena de empresas manifestaron, supuestamente, su interés por gestionar las instalaciones moañesas, la redacción de las bases y del estudio económico se han retrasado y el proceso se alargará durante varios meses. Esta situación disgusta tanto a vecinos como a los representantes locales del BNG, que critican la "incapacidade" del regidor, José Fervenza, al no poner en valor un complejo "que debería ser unha oportunidade para xerar emprego" y ayudar a relanzar "un espazo singular no contorno do río da Fraga".

Desde las filas nacionalistas recuerdan que el PP ya había prometido el año pasado trabajar en la elaboración del documento para sacar a concurso la gestión de O Beque. No obstante, dicen que la actuación "irresponsable do concelleiro" encargado del trabajo, Jorge Santomé, obligó a retrasar nuevamente el proceso para la adjudicación al querer cambiar la naturaleza del complejo, que pasaría a ser un albergue.

No es la primera vez que el BNG muestra su descontento con el cierre de las puertas de O Beque. En ocasiones anteriores la edil Beatriz Riobó reclamó al Concello la apertura de las instalaciones, recalcando su buena ubicación y la calidad de su entorno. La zona alberga un camping municipal, pistas de tenis, baloncesto, frontón, futbito, cafetería, piscina y restaurante, entre otros, y asegura que el gobierno local es incapaz de mantener el trabajo hecho por las anteriores corporaciones "dende fai unha década". Critican que se dedica a "escenificar unha mentira continua dicindo vou facer, vou sacar a concurso e non fan nada".

Riobó manifiesta que el año pasado las instalaciones estuvieron "infrautilizadas "y que en este ejercicio se optó por cerrarlas "canto antes", coincidiendo con el fin de la temporada alta de estío, a finales de agosto. La edil indica que las instalaciones carecían del personal mínimo para atender el recinto y que fue necesario trasladar a efectivos del servicio de salvamento habituales de los arenales moañeses para poder paliar "as deficiencias clamorosas" de O Beque. Insiste en que el cierre del recinto supone dar la espalda a una "oportunidade" de desarrollar unos recursos que beneficiarían a la creación de empleo gracias al deporte y la naturaleza.