La protesta convocada ayer por los afectados por la compra de productos financieros como participaciones preferentes u obligaciones subordinadas en la sede de Novagalicia Banco de la céntrica calle Concepción Arenal (Moaña) se distanciaba de la típica concentración de las últimas semanas, y también obtuvo un resultado imprevisible. En vez de apostar por los gritos, unos 70 afectados entraron en la sucursal portando simbólicos bocadillos de chorizo y vistiendo camisetas en las que exigían la devolución de sus ahorros. Llegaron a las 10.00 horas y al poco rato los portavoces y otros miembros de la plataforma fueron recibidos por el director de la sucursal, Juan Carlos Pérez, quien se comprometió a apoyar las demandas de los concentrados participando en la manifestación que tienen previsto celebrar por las calles de Moaña mañana a partir de las 20.00 horas desde el muelle de A Mosqueira.

El responsable explicó que cuando se les vendió este tipo de productos financieros se informó a los clientes de que tenían dos condiciones: eran depósitos seguros y disponibles, es decir, que podían retirar sus ahorros en el momento que quisieran. Sin embargo, la imposibilidad de recuperar el dinero ahorrado es lo que encendió la mecha que lleva meses estallando entre clientes de NGB en los últimos meses.

El cambio de estrategia de ayer buscaba llamar la atención sobre el problema sin impedir la entrada en la sucursal para lograr el apoyo de los vecinos a la manifestación de mañana, según explicaron los portavoces. Eso sí, la normalidad brilló por su ausencia hasta que, cerca de las 11.30 horas, los concentrados decidieron abandonar la oficina tras las palabras del director, que incluso fue aplaudido. Previamente se había dirigido a un grupo de afectadas pidiéndoles que permitiesen a los clientes realizar las operaciones sin inconvenientes. Desde la Plataforma de Afectados reconocen a Pérez el paso al frente y hoy tienen la intención de repetir la operación en la sucursal de la rotonda de Salitre para buscar también el apoyo del director.

En una jornada de protesta marcada por el buen humor, no fueron pocos los participantes que aludieron a consignas propias del 15-M y recurrieron a los bocadillos para hacer visible "que non hai pan para tanto chourizo", mientras otros pedían responsabilidades legales a los anteriores gestores de la entidad financiera gallega. "Isto é como Somalia. Se estiveramos nun país serio xa solucionarían o problema", argumenta Juan Nogueira, uno de los portavoces mientras recuerda que en el caso de Bankia sí que hubo implicación política del Gobierno central para buscar una salida a las dificultades de la entidad.