Buena parte de la cobertura que las principales empresas de telefonía móvil ofrecen a sus clientes en Cangas y su entorno deriva de las antenas levantadas en Mesa de Montes, en terreno de los comuneros de Darbo, que sin embargo nunca autorizaron esas instalaciones ni cobraron un euro de los beneficios que genera el servicio. La parcela donde se ubican los repetidores fue cedida a la Xunta hace casi dos décadas con la única finalidad de garantizar la reemisión de la señal de la Televisión de Galicia (RTVG) y de los demás canales en zonas de sombra, y los representantes de la Administración autonómica negociaron luego con las operadoras de telefonía la instalación de sus propios artilugios. Los comuneros están muy molestos con esa dinámica, piden "poñer as cousas no seu sitio" y han iniciado acciones judiciales para lograrlo. Para el viernes está fijada una vista preliminar en Santiago, aunque las partes se reunirán mañana en el Concello de Cangas, con la mediación del alcalde, para intentar arreglarlo por la vía amistosa.

"Non se poden meter na casa doutro e facer negocios con ela", sintetiza el presidente de la Comunidade de Montes de Darbo, Alfredo Moldes, que deja muy claro el interés del colectivo en colaborar en la mejora de servicios de interés social, como puede ser la cobertura de la señal de televisión, pero no que se aproveche la cesión del terreno para firmar luego contratos de instalación de repetidores de Movistar, Vodafone u Orange sin previa autorización de los propietarios ni pago de canon por ello.

La directiva que encabeza Moldes quiere escuchar las medidas que plantearán mañana los representantes de la Dirección Xeral de Medios de la Xunta, que se trasladarán a la próxima asamblea de comuneros para decidir en consecuencia.

Un enclave estratégico para las comunicaciones

La gestión de las instalaciones de Mesa de Montes corresponde a Retegal (Redes de Telecomunicación Galegas), una sociedad anónima con capital público para la prestación de servicios de telecomunicaciones en la comunidad autónoma. Los cangueses se familiarizaron con su cometido hace apenas un año, a raíz de una avería en los microreemisores de TDT que dan señal de televisión a buena parte de Aldán, Coiro y A Magdalena, que dejó a los vecinos sin varios canales.

La proximidad de las elecciones municipales animó a los políticos a movilizar a sus tropas, y el Concello de Cangas –gobernado entonces por el bipartito BNG-PSOE– por un lado, y la Xunta –dando cobertura al PP local, con el candidato Sotelo a la cabeza– por otro se disputaron la solución al problema y el consiguiente premio de un puñado de votos. Todos se atribuyeron la responsabilidad y ofertaron innovaciones tecnológicas para acercar al pueblo toda la oferta televisiva.

Pero, más allá de la tecnología, la titularidad del terreno es de los comuneros, que no participaron de aquella polémica, pero sí están convencidos de que la Xunta se extralimitó en sus competencias al tramitar la instalación de operadoras de telefonía a sus espaldas. Y no les mueve afán de lucro, insisten. Prueba de ello es que en Mesa de Montes operan, sin pagar canon, los repetidores de Protección Civil, Bombeiros do Morrazo o sistemas de control del tráfico marítimo de ría.