Un incendio forestal afectó ayer a una superficie de 2.500 metros cuadrados de monte en la parroquia canguesa de Aldán y obligó a movilizar a Protección Civil Cangas, Bombeiros do Morrazo, agentes forestales de la Xunta de Galicia y a una patrulla de la Guardia Civil. El fuego se podía ver a uno de los lados del Corredor do Morrazo y fue precisamente un conductor que circulaba por la vía quien aviso al 112 poco después de las 13.00 horas. Pocos minutos después se recibía una llamada similar en la base de Protección Civil Cangas. La hipótesis que se maneja como causa probable es que el incendio tuviese su origen en el escape de una quema controlada efectuada en los últimos días. A parecer, el fuego pudo quedar en estado latente entre las piedras de un muro y el intenso viento del norte que se registró ayer lo avivó.

El foco del incendio se registró en una zona de monte situada muy cerca del límite con el término municipal de Bueu y por encima del lugar de Gandón. Protección Civil Cangas movilizó a un retén de emergencia y junto a los bomberos y el agente forestal necesitaron alrededor de una hora para poder controlar el fuego. A continuación los trabajos se centraron en asegurar el perímetro para evitar que se reprodujese, una labor complicada puesto que se trata de una zona muy pedregosa y de acceso complicado. Hasta el lugar se desplazó también la concejala de Policía Local e Protección Civil, Marisa Prieto, que acudió para realizar un seguimiento de las tareas de extinción del incendio.

Hielo en Reboredo

Por otro lado, la agrupación de Protección Civil Cangas tuvo que acudir a primera hora de la mañana de ayer a la calle Reboredo para echar sal en un tramo de la carretera en el que se había formado una placa de hielo. Todo apunta que se formó debido a una fuga en la tubería del servicio municipal de abastecimiento de agua y su presencia hacía muy peligrosa la circulación en el lugar.