La conservera Lago Paganini resurge de sus cenizas dispuesta a retomar la actividad a corto plazo y evitar que un centenar de trabajadores se vayan al paro. Lo hará tras las fiestas navideñas en la nave en desuso de la empresa Cruzmar, en Moaña, en régimen de alquiler o compra cuyo acuerdo están a punto de cerrar los empresarios. Solo falta ajustar el precio y definir la fórmula de pago, en buena parte financiado con dinero de la Xunta, que respalda la operación. Hay confluencia de intereses: Los propietarios de la nave, con la actividad bajo mínimos, quieren vender y Lago Paganini quiere comprar si el precio es "razonable", porque las instalaciones se ajustan a sus necesidades. La plantilla presiona para volver al trabajo cuanto antes y garantizar el empleo. Los políticos quieren pasar las Navidades con un problema menos. Y la demanda de conservas de la firma canguesa está en máximos, con una producción diaria que rondaba las 70.000 latas las jornadas previas al incendio en Ojea. Si el compromiso de pago de la Xunta €de un millón de euros€ para realizar el traslado se hace efectivo y sin "letra pequeña", el acuerdo será rubricado sin más demora, reconocen personas próximas a las negociaciones.

Los interesados ya han inspeccionado las instalaciones en la calle Rosalía de Castro, junto al colegio de Seara y a la orilla del río de A Fraga. La superficie es bastante superior a la de la nave que ardió el domingo de madrugada, dejando pérdidas superiores a un millón y medio de euros, según los primeros cálculos, y tiene "posibilidades de crecimiento" si el negocio de Lago Paganini mantiene la tendencia al alza. Por contra, Cruzmar ha ido perdiendo actividad de forma progresiva y apenas mantiene media docena de trabajadores en plantilla,que procesan, de forma intermitente, el mejillón de sus propias bateas en la ría. Actualmente está en una fase de "impass" y los dueños ven con buenos ojos el alquiler o la compra, coinciden en señalar varias fuentes conocedoras de la situación.

Compromiso empresarial

La Xunta ha dado el espaldarazo definitivo, que el conselleiro de Industria, Javier Guerra, escenificó ayer en su visita a Cangas, invitado por el alcalde Sotelo. Pero la operación se fraguó también en otros escenarios políticos,e incluso se habría implicado el presidente Núñez Feijóo a instancias del regidor de Moaña, José Fervenza. El Ejecutivo autonómico coincide en que, además de la importancia social y económica de salvar la conservera, es más viable subvencionar su supervivencia que afrontar las ayudas de verse abocados al paro.

Esa buena disposición la transmitió ayer el conselleiro de Industria, Javier Guerra, que acudió a Cangas para mantener una entrevista con responsables del gobierno local y con los propietarios de las dos empresas afectadas por el incendio del domingo, Lago Paganini e Iglesias. "Vine aquí para escuchar a los empresarios porque sin ellos no hay empresa. Se comprometen a seguir adelante con su actividad de toda la vida y a mantener los puestos de trabajo", afirmó tras la reunión. El conselleiro eludió confirmar oficialmente cuál es la nueva ubicación elegida para que Lago Paganini retome la producción, limitándose a apuntar que existen varias opciones en la propia comarca de O Morrazo y que para la Xunta lo fundamental es el compromiso de continuar con la actividad y mantener los empleos. En la postura del ejecutivo autonómico también pesan los cálculos económicos: si la plantilla de Lago Paganini va al paro a las arcas públicas eso le supondría un desembolso cercano a los cuatro millones de euros en prestaciones por desempleo, cuatro veces más de lo que le costaría financiar el traslado a otro emplazamiento.

La de ayer fue la primera de una serie de reuniones entre empresarios y administraciones públicas. La segunda será hoy mismo, ya que Guerra anunció que el director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) y el de Xesgalicia estarán a las 13.00 horas en el Concello para reunirse con representantes de Conservas Lago Paganini. El objetivo es analizar la situación económica de la empresa y determinar cuáles son las alternativas más factibles para desembolsar el millón de euros que necesita. "Aún hay que ver cómo se concreta. Puede ser a través de un préstamo o de otra de las muchas posibilidades", subrayó el titular de Industria. En ese abanico de opciones también cabría que la Xunta garantizase el aval ante terceros.

Las fechas navideñas son, en este momento, un arma de doble filo. Por un lado, permiten que la plantilla disfrute de las vacaciones que tenía pendientes para este año, pero por otra parte también podría ralentizar los trámites administrativos. Guerra garantizó ayer que su departamento realizará todo lo posible para agilizar los trámites y que el próximo 9 de enero Lago Paganini esté de nuevo produciendo.

Apuesta extraordinaria

La apuesta que está dispuesta a realizar la Xunta de Galicia tiene tintes excepcionales, tal como admite el propio titular del departamento de Industria. "Estamos ante una situación nunca vista y estamos dispuestos a trabajar desde mañana [por hoy] para que la empresa continúe con su actividad", afirmó. Javier Guerra compareció junto al alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, quien agradeció la implicación de la consellería. "Hai que agradecerlle a súa rapidez, o incendio foi este fin de semana e hoxe xa hai unha solución para poder continuar adiante", manifestaba el regidor cangués, que, al igual que su homólogo moañés, se mostró optimista. Sotelo es "comprensivo coa preocupación" de la plantilla de la conservra afectada, pero solicitó un voto de confianza y se mostró convencido de que la industria estará nuevamente en activo en muy poco tiempo.