La ballena rorcual común que apareció flotando el viernes por la tarde en aguas de la ría de Vigo y el sábado en aguas de la playa de Liméns apareció ayer en la playa de Valeiros, en Corrubedo, en el término municipal de Riveira. El mamífero marino se encuentra en una zona de rocas de muy difícil acceso y a la hora de cerrar esta edición aún no se sabía si se optaba, otra vez, por llevarla mar adentro o se trasladaba al puerto de Aguieiro, que es el más cercano, y desde allí un camión de Calidad Ambiental se hacía cargo de ella para su traslado a la planta de Cerceda, después de que se tomaran las muestras oportunas. En contra de lo que sucedió en Cangas, el cuerpo de la ballena sí llegó esta vez a la arena de la playa, por lo que la competencia es ya totalmente municipal.

La Coordinadora de Estudios de Mamíferos Marinos (Cemma), que ya estuvo en la playa de Liméns el sábado, estuvo también ayer en Corrubedo. Su propuesta volvió a ser la de llevar la ballena a puerto. No obstante, este grupo es consciente del coste económico que supone para el Concello de Riveira el traslado del animal al puerto, aunque del resto se ocupe Calidad Ambiental. Precisamente para sacarle un problema al Concello de Cangas, el sábado, el Centro de Salvamento Marítimo de Vigo decidió que la lancha Salvamar Mirach arrastrase al mamífero de 10 metros de largo y de un peso entre 7 y 9 toneladas, mar adentro, más allá de las Islas Cíes. Pero lo cierto es que a veinte millas de la costa rompió el cabo que enganchaba a la ballena y la Salvamar Mirach ya no pudo engancharla otra vez para dejarla más adentro a la deriva. Desde el Gremmar (Grupo de rescate e investigación de mamíferos marinos) ya se advirtió que existían muchas posibilidades de que el mamífero marino apareciera en los próximos días en aguas de otras rías gallegas, concretamente se pensó en la de Muros. No estuvieron muy desencaminados en sus previsiones, como tampoco lo estuvo el Cemma, que también alertó de esta posibilidad.

Según señala el portavoz de Gremmar, esto mamíferos suponen un verdadero problema para los Concellos a los que sus cuerpo sin vida llega. Su transporte a puerto puede costa aproximadamente 12.000 euros y, aunque después Calidad Ambiental se ocupe de pagar el transporte del puerto a Cerceda, las arcas municipales no están para aguantar este desembolso, de ahí que se opte por introducir al animal lo más adentro posible, eso sí con una especie de transmisor para que los barcos no colisionen con ella.

El rorcual común es una ballena que puede alcanzar los 27 metros de largo. Se supone que el cadáver del ejemplar que estos días anda como con el féretro de Guantanamera de un lado a otro de las costas gallegas, es joven y falleció de muerte natural, cuando realizaba la migración de África al hemisferio norte.