El fiscal rebajó su petición de 4 años a tan sólo 9 meses de prisión para tres policías de Cangas: el sargento-jefe, Alberto Agulla; el cabo, Martín Piñeiro y el agente Enrique Lago Soto, por un delito de atentado a la autoridad, en la persona del ex concejal del PP, encargado cuando ocurrieron los hechos, en agosto de 2002,del departamento de Tráfico de Cangas, Nardo Faro Lagoa. En sus conclusiones, tras la vista oral celebrada ayer en el juzgado número 2 de Pontevedra, el fiscal considera probado que existe delito contra la autoridad y lo tipifica como acometimiento, sin lesiones. Entiende que esto último no ha quedado acreditado en el transcurso del juicio, ya que el concejal Nardo Lagoa acudió 15 días más tarde al médico, y a uno privado, no a su médico de la Seguridad Social.

El fiscal tampoco pide inhabilitación y deja la multa en dos meses a razón de ocho euros diarios. En la reducción de la pena solicitada tiene mucho que ver lo que se denomina en Derecho dilación ineludible, es decir por el excesivo tiempo que transcurrió desde que se produjeron los hechos, el 27 de agosto de 2002 y la fecha de ayer del juicio oral.

El fiscal considera que queda acreditado que se trata de un delito porque Nardo Faro Lagoa se encontraba en el Concello de Cangas aquel día en el ejercicio de sus funciones y que no fue el concejal el que provocó los hechos por los que ayer se celebró juicio.

La acusación mantiene su petición de cinco años de prisión y una multa de 20 euros cada día durante 10 meses, una indemnización de 500 euros por los días de baja del edil y 75.000 euros de indemnización por responsabilidad civil, al considerar que estos hechos fueron los que provocaron su cese como edil de Tráfico. La acusación mantiene que quedó probado que se vertieron palabras injuriosas contra el ex concejal, algo que refleja el propio atestado de la Guardia Civil. También reveló contradicciones entre las declaraciones de los acusados y el atestado que ellos mismos realizaron más tarde ese día. Por su parte, la defensa pide la libre absolución. Hace también referencia a que el parte médico del ex concejal se hace a destiempo, pese a los gravísimos incidentes de los que habla y señala que el hecho de que Nardo Faro Lagoa fuese concejal no hace que cualquier actitud contra él se puede convertir en atentado. Señala que nadie pudo demostrar otra cosa diferente a una discusión y que tampoco hubo resistencia pasiva de Faro Lagoa porque él se encaró con los policías que estaban reunidos. Entiende que es su actitud la que desencadena los hechos y dice que queda probado que no hubo lesiones ni que los policías acusados se encontraban de uniforme. "Sólo tenemos una testigo que habla de que a ella un conserje le tiró un libro y que asegura equivocadamente que los acusados estaban de uniforme".

Los tres policías acusados coincidieron en su declaración en que había sido Nardo Faro Lagoa el que les había provocado tratando de salir por la puerta de las oficinas de la Policía Local a sabiendas de que se estaba produciendo una reunión de plantilla tras el conflicto que las declaraciones en prensa del ex concejal de Tráfico, en la que denominó vagos a los agentes.

La acusación trató de demostrar que era la puerta habitual por la que salía el ex concejal, mientras que la defensa que salir por ella fue una provocación. Las preguntas del fiscal para determinar si había habido agresión al ex edil [Faro Lagoa mencionaba en su acusación que el cabo Martín le pegó patadas, que el sargento Agulla lo agarró de la camisa hasta rompérsela y que el agente Lago Soto le dio codazos].

Si parece que quedó demostrado que recibió insultos, algo que tampoco negaron los acusados, pero siempre como respuesta a los que el ex edil lanzó primero. "Me insultaron todos, menos Martín, que me dio patadas", declaró ayer Nardo Faro Lagoa.