Las prospecciones arqueológicas que se están realizando en Ons siguen dando sus frutos. Los arqueólogos acaban de localizar tres nuevos petroglifos, dos de ellos situados en el entorno de Chan da Pólvora y uno en la zona de A Laxe. En realidad, uno de ellos ya fue localizado hace algunos meses por la Asociación Pineiróns y por personal de Parques Nacionales.

Los restos hallados consisten fundamentalmente en "coviñas" o cazoletas, círculos y restos de círculos concentricos con una cazoleta central de distintos tamaños y formas. Los petroglifos se hallan muy erosionados y en algunos casos la actividad erosiva eliminó hasta la mitad del dibujo. Por ello, no resulta descartable que originalmente esos restos contasen con más figuras pero que hoy en día resulten ya inapreciables.

También resulta complicado adscribir esos yacimientos a una época cronológica concreta y según la Consellería do Medio Rural la única forma de fecharlos es por su contexto arqueológico. Por tanto, en este caso se pueden vincular tanto al Neolítico (4.500 a.C-2.500 a.C), Edad del Bronce (2.500 a.C.-1.000 a.C) y a la Edad del Hierro (1.000 a.C- siglo II d.C).

Los arqueólogos que están trabajando en Ons, bajo la dirección de Paula Ballesteros, también han detectado algunos elementos que hacen peculiares los petroglifos hallados. Uno de los más importantes se refiere a la superficie en la que están grabados. Normalmente suelen localizarse sobre un soporte de tipo granítico, pero en el caso de Ons se encuentran en rocas metamórficas y fuertemente laminadas, conocidas popularmente como losas o "xistos".

Las cazoletas son los motivos más sencillos dentro del arte rupestre y tienen un carácter casi universal ya que aparecen en culturas de todo el mundo. Todos los dibujos hallados en la isla buenense, que forma parte del parque nacional, son abstractos y figuras geométricas. Precisamente la ausencia de motivos figurativos hace que sea más difícil dotar a estos petroglifos de un significado concreto.

Una larga búsqueda con premio

Uno de los petroglifos de Chan de Pólvora no es nuevo. La propia Paula Ballesteros recuerda que fue documentado hace ya varias décadas por Fernando Alonso Romero y por su mujer. Sin embargo, éste cayó en el olvido y se volvió a perder su localización hasta hace unos meses. Fue a raíz de una iniciativa de la asociación cultural Pineiróns cuando se volvió recuperar.

La directiva del colectivo solicitó a Alonso Romero que escribiese un artículo sobre él y esto despertó el interés por hallarlo, ya que el descubridor ya no estaba seguro de su ubicación exacta.

Así, durante la pasada primavera Pineiróns y personal de Parques Nacionales emprendieron la búsqueda, como si de un tesoro se tratase. Después de muchas vueltas y gracias a la ayuda de fotografías de la época dieron con el petroglifo. Ahora, las últimas prospecciones sirven para completar su documentación y puesta en valor.