El centro hospitalario de Fátima lleva a cabo este año una campaña para encontrar donantes de óvulos entre las mujeres de la comarca de O Morrazo. Un autobús recorre los municipios informando a las donantes potenciales de la importancia de participar en este programa, que tiene como fin ayudar a otras mujeres a tener hijos.

El perfil de la mujer donante es que tenga entre 28 y 35 años, sin historial de enfermedades que impidan la reproducción y carentes de infecciones graves (de hecho en el centro hospitalario se las someterá a un estudio de infecciones). La doctora Rivas (ginecóloga de Fátima y coordinadora del proyecto) afirma que en estos momentos existe demanda en toda el área metropolitana de Vigo. “Estamos recibiendo bastantes llamadas de mujeres que están dispuestas a ejercer como donantes”. Y es que los problemas de fertilidad son cada vez mayores, como consecuencia, según la doctora Rivas, de un semen de menos calidad y de que la maternidad se retrasa cada vez más. Lo normal es que hoy hasta los 35 años una mujer trabajadora no se convierta en madre. La llamada del reloj biológico parece haberse retrasado considerablemente en la mujer de hoy en día, que tampoco tiene miedo a ser madre sin la necesidad de mantener una relación de pareja con una determinada persona.

Apunta la doctora Rivas que la tasa de embarazo a través de la donación de óvulos es muy alta, algo más del 65% de eficacia. Las mujeres que acceden a la maternidad a través de una donación de óvulos son también personas enfermas que por esta sujetas, por ejemplo, a tratamientos de quimioterapia tienen problemas de concepción. Manifiesta la doctora Rivas que aún no se sabe con exactitud la razón por la que el semen del hombre está bajando en calidad. El estrés aparece entre una de las principales causas, aunque no es la única.

La ley permite a una donante de óvulos una pequeña remuneración económica por las molestias que acarrea el sistema, que tampoco son demasiadas. Lo primero que hay que hacer es sincronizar los ciclos de las dos mujeres: la donante y la receptora, para que el útero de ésta última esté preparado para la donación.

Hay muchas mujeres concienciadas que participan en este programa. Su experiencia con algún familiar es la que les impulsa.