El colectivo de afectados por la implantación de las antenas de telefonía móvil de Moaña ha presentado una alegación conjunta en la que justifican la ilegalidad de estas instalaciones, gracias al estudio de un arquitecto. En el informe pericial se recogen las irregularidades encontradas en las instalaciones de As Barxas, Meira, Domaio y Vilela. La altura máxima de los elementos, que supera la establecida en la ordenanza municipal, la ubicación en zonas denominadas "de nueva expansión" o el impacto visual negativo son algunos de los argumentos expuestos en la alegación al plan presentado por Telefónica Móviles España, S.L. al Concello.

El colectivo de afectados de As Barxas y Domaio, la Federación de Veciños A Chamusca, la Asociación de Veciños Xeremelo, la de Redondo-Marrúa y algunos grupos ecologistas contrataron al abogado José Luis Peña para que les asesorase con la redacción de una alegación, en la que se ha incluido un informe pericial de la arquitecta Marta María Barreiro Fandiño. Ésta, tras llevar a cabo un análisis de las diferentes estructuras de telefonía existentes en Moaña, ha determinado que "la gran mayoría son ilegales".

En cuanto a la instalación de As Barxas, Barreiro Fandiño asegura que "se encuentra dentro de una trama urbana, localizada dentro de una zona de nueva expansión", y añade que "la densidad de la población a la que puede afectar es bastante importante". Por otra parte, analiza la estructura en sí, que según los datos del informe, "no cumple la Ordenanza Municipal Reguladora de Condicións Urbanísticas"? El artículo cinco de dicho documento expone que la altura máxima de cualquier elemento o parte de instalación sobre la línea de arranque de un plano inclinado, se verá limitado en función del número de plantes de la edificación, con un máximo de 3´5 metros sobre el último piso del bloque. En el caso de la instalación de As Barxas, según explican desde el colectivo, "el edificio es de 15 metros y sobre él se construyó un mástil de 20 metros de altura al que se le añade la el tamaño de las antenas superiores". De esta forma, y según explican en la alegación "en las fotografías que aportamos se observa que la altura es superior a los 27 metros indicados en el plan técnico que presentó la compañía".

En cuanto a la instalación de Meira, se alega que según la ordenanza municipal no se admite el emplazamiento de antenas en dicho lugar. Según el análisis de la arquitecta, se asegura que "está prohibido asentar una antena en una edificación de sus características, planta baja y primer piso". En Domaio, por otra parte, se han encontrado con una situación similar, ya que el lugar en el que se encuentra la instalación es un inmueble de planta baja. Además, según explican, las edificaciones colindantes se encuentran a la misma altura que la antena y "las frecuencias inciden directamente". Finalmente, en el caso de Vilela, se alega que la torre de telefonía supone "un impacto visual negativo dado que se encuentra en una zona prácticamente plana, con vegetación a la altura del suelo".

Éstas son algunos de los argumentos que han expuesto los afectados por el plan de implantación presentado por Telefónica Móviles España, S.L. El plazo para alegar ha finalizado y ahora el colectivo espera una respuesta, sin embargo aseguran estar "esperanzados" y agradecen la participación ciudadana ya que, en menos se ocho días se consiguieron 1.000 firmas.