Carlos Guimil era, desde hacía ocho años, médico de cabecera por las tardes en el Centro de Salud de Moaña y pidió plaza en este mismo municipio para las mañanas. La Gerencia de Atención Primaria atendió la petición pero le destinó a los centros de salud de Meira y de Domaio, con la orden de dedicar dos horas al primero y otras dos al segundo. El lunes tomó posesión de su nuevo destino en el consultorio de Meira en medio de la polémica porque los usuarios de este centro se encontraron con que el Sergas había reducido, de un día para otro, las horas de atención y de las cinco que había antes se pasó a sólo dos, de 09.15 a 11.15 horas. Incluso la semana pasada, los vecinos se encontraron sin ningún médico porque el anterior, que en diciembre ya iba a cambiar de destino en el actual consurso de traslados, se tuvo que coger una baja por una operación de menisco. El Sergas anunció entonces que este lunes pasado ya habría médico y así fue pero los usuarios se llevaron una sorpresa cuando comprobaron la reducción de la jornada.

"Hay opiniones para todo, a favor y en contra" de la nueva situación, aseguran en el consultorio, que cuenta con unas 1.250 cartillas de pacientes. La sala de espera estaba ayer llena de gente y, a ratos, el practicante en su mesa releía "Cara a cara con la vida" de Punset .

El factor humano es fundamental en este centro, cuyo local mantiene económicamente el Concello de Moaña.No hay ordenador que facilite dar las recetas a 90 días o para los partes de baja, ni tampoco hay un auxiliar que ayude al médico a ordenar las historias de los pacientes o coger el teléfono. El médico está aquí para todo y sólo cuenta con la ayuda del practicante que por su condición de funcionario de Sanidad sólo debe estar dos horas al día. Eso sí, el Sergas ya ha procedido a instalar en el local el sistema para expedir la receta electrónica que se ha implantado en un centro piloto y permitirá en un futuro expedirlas con una vigencia de un año.

La mayoría de los usuarios que acuden al centro es para pedir recetas, aunque ayer el médico sí realizó alguna atención clínica. Por el momento está aterrizando y dada su experiencia, porque ya trabajó en peores condiciones, podrá adaptarse. Los vecinos no quieren volver a perder a su médico como ocurrió con la consulta privada de los hermanos Boullosa.