Almeja fina y babosa, navaja, ostra, erizo, choco y lura son las especies que sufrirían directamente las consecuencias de la construcción del puerto deportivo de Ameixide que figura en el Plan Director presentado por Portos y que ya se han apresurado a respaldar los representantes de la séptima lista. El daño previsto a los recursos marinos ha sido cuantificado por la cofradía de Aldán-O Hío en un estudio realizado por el biólogo Jesús Iglesias, que estima en 1.323 kilos el volumen anual de estas especies que dejarán de capturarse en la zona de actuación, con una pérdida de facturación superior a los 14.000 euros. Además, la nueva infraestructura portuaria podría afectar al equilibrio ecológico de la ría y "acarrexar perdas moi importantes" en los recursos naturales de la ría de Aldán, además de "perdas económicas -directas e indirectas- e sociais ao conxunto de membros desta confraría", advierte el documento.

Entre las especies que pescan o extraen de forma artesanal en la zona 3 (localizada en la cuadrícula que forman Punta Ameixide, Punta do Con, Vilariño y Arneles) predomina la navaja, con varios bancos de cría, y la almeja fina, que mantiene durante todo el año "unha producción estable e de calidade", según los representantes del cabildo. En la media anual de ventas en lonja figuran, entre otras, 329 kilos de navaja (con una facturación de 5.009 euros) y 148 kilos de almeja fina (que aportan 2.700 euros), a los que se suman 725 kilos de choco y 2.275 de lura capturados con el arte del boliche y que repercuten en unos ingresos próximos a los 4.000 euros al año. "Debemos ter en conta que a instalación do pantalán será permanente, polo que as perdas observadas haberá que multiplicalas por todos os anos que permaneza o porto deportivo na zona", advierte el estudio de la cofradía.

Más de 25.000 m2

En ese ámbito, la superficie afectada por el puerto deportivo que se pretende construir en Ameixide supera los 25.000 metros cuadrados, aunque el biólogo observa que la afectación trascenderá esos límites, ya que "a lexislación non permite o marisqueo nin a pesca nun área de seguridade ó redor dos pantaláns e embarcadoiros". Añade que a las pérdidas generadas por la colocación del puerto habrá que sumar otras indirectas, como la "resuspensión de áridos e materia orgánica" que, de ejecutarse la obra prevista, afectaría a una superficie "moito maior" que la contemplada en el proyecto.

Frágil equilibrio

Entre las consecuencias "menos evidentes", la cofradía incluye la afección de los bancos marisqueros del fondo de la ría, como el parque de cultivo de la playa de San Cibrán -donde trabajan 14 mariscadoras a pie, que extrajeron en 2007 cerca de 800 kilos de almeja japónica y fina por valor de 1.600 euros-, que además está en proceso de regeneración con ayudas de la Consellería de Pesca. Concluyen que la ría presenta un equilibrio biológico "moi fráxil", que las instalaciones previstas contribuirían a agravar.