Cristina González / O MORRAZO

La única referencia al paro de la flota de altura ayer en la comarca eran las pancartas que ondeaban en los barcos amarrados a puerto. "Zapatero. Queremos volver al caladero", figura en el "Herbadi uno", uno de los barcos del Gran Sol propiedad de un armador de Cangas que permanece amarrado en el muelle de este concello. La flota de bajura volvió ayer con normalidad al trabajo, después del paro de la semana pasada por la crisis del alza del combustible y sin secundar el que ayer inició la altura. Los marineros del marisqueo a flote y las mujeres de a pie, que se dedican a la extracción de almeja y berberecho, pudieron vender, pese al temor inicial, en la lonja de Vigo aunque lo hicieron bajo la vigilancia de una docena de policías antidisturbios por si se repetían las escenas de la madrugada cuando armadores de altura impidieron la descarga de pescado. Ayer lo hicieron con normalidad, pero la situación puede complicarse hoy.

Con la bajura ya de vuelta en el mar y las depuradoras abastecidas de almeja y berbrecho, el problema ahora está en el desabastecimiento de pescado fresco en las plazas de abasto, que se surten principalmente de la altura. La presidenta de la Asociación de Vendedoras de la Plaza de Cangas, Rebeca Rodríguez, asegura que ayer no fueron al Berbés a Vigo porque los lunes no suelen trabajar, pero hoy tampoco tienen previsto acudir "porque ni salen los barcos del ardora, ya no hay descargas del Gran Sol y no hay entradas de pescado de Portugal. No merece la pena ir. Ya había dicho que el problema de desabastecimiento de pescado iba a empezar a partir del día 15".

El poco pescado que haya a la venta hoy en las plazas será el de las mujeres de los marineros que se dedican a las redes y que traen el pescado del día, parte del cual pasa por las lonjas de la zona. De todas formas, pescadores de Cangas ya aseguraban ayer que algunos compañeros que lo venden en Vigo ya habían tenido problemas para descargar en el Berbés debido a la presencia de piquetes. Por esta razón, algunos optaron ayer por no salir y aprovechar estos días para realizar reparaciones en los barcos de cara a la apertura de la temporada de la nécora y el pulpo el próximo 7 de julio.

En cuanto al marisqueo a flote, sí salió prácticamente toda la flota y hubo satisfacción en los precios alcanzados ayer en la subasta en Vigo. Acudieron los doce compradores habituales, de depuradoras que sí estaba desabastecidas por el paro de la semana pasada.

Tal y como confirman en la Cofradía de Moaña, la almeja rubia se vendió de 8,20 a 7,90 euros el kilo; la fina de 33,90 a 21,10 euros; la japónica, de 1,50 a 7,10; el croque o berberecho, de 3 a 1,70 y a la navaja a 11,20 euros. En Cangas, la navaja se sigue vendiendo en la lonja local, al igual que el percebe, pero ayer este sector sí que no salió a faenar por el mal tiempo y también por la escasez de compradores.

Los precios en la subasta en la lonja de Bueu también se recuperaron con respecto a antes del paro. En esta cofradía el principal sector, que es el del pulpo, está sin trabajar por la parada biológica por lo que la actividad se limitó a la pesca del día con el sector del enmalle, navaja y algo de percebe. La navaja se vendió en Bueu a 13,25 euros el kilo; mientras que el percebe no pasó de los 30 euros, al no ser de buena calidad debido a que no se pudo trabajar bien "porque el mar tiraba mucho". En cuanto al pescado, el lenguado se vendió entre 18 y 20 euros; el rodaballo entre 26 y 27 euros y la maragota entre 1,30 y 5,5 eurs el kilo.