El grupo de gobierno lalinense se posicionó ayer contra "la ubicación" elegida por la empresa Racso Soluciones para montar su planta de reciclaje de neumáticos en el polígono de Botos. Justifica esta decisión por las "dudas medioambientales" que suscita la instalación de esta industria en la "localización planteada", a lo que se sumaría la "importante preocupación vecinal".

El cuatripartito, en un comunicado, recuerda que tras conocerse la pretensión de la empresa para poner en marcha esta actividad en el municipio, dio comienzo a una serie de procedimientos con el objetivo de conocer "hasta el más mínimo detalle" y de la manera más exhaustiva cualquier afección al medio ambiente que esta actividad empresarial pudiese provocar. Subraya que el Concello ha demostrado ser absolutamente escrupuloso en todo tipo de temas relacionados con el medio ambiente y vela de manera primordial por su protección "y por los intereses y preocupaciones de los vecinos, independientemente de otro tipo de interés". Así, teniendo en cuenta estas cuestiones y en vista de que a día de hoy la documentación e información existente "no despeja por completo las dudas" sobre los posibles efectos que pueda tener esta actividad industrial sobre el medio ambiente y, concretamente, sobre el entorno más próximo del polígono de Botos, se considera que la ubicación elegida por la empresa "puede ser no la más adecuada desde el punto de vista ambiental para albergar este tipo de proceso industrial".

El principal factor de riesgo que el gobierno contempla respecto al proyecto de Racso tiene que ver con la cercanía al núcleo de población y el consecuente riesgo ambiental para la población en caso de producirse un incendio en las instalaciones. Asimismo, añade que será absolutamente garantista con respecto a este asunto, motivo por el que le fue requerido a la Xunta, como administración competente, que despeje cualquier tipo de cuestión sobre posibles efectos sobre el medio ambiente de esta actividad. También, recuerda, se solicitó un informe a expertos de la Universidade de Vigo. Una cuestión clave, a tenor de los razonamientos del ejecutivo, es que la petición de más informes se debe a la ambigüedad que expresa el elaborado por el técnico municipal de Medio Ambiente, que, a la vez que resuelve favorablemente, "cuestiona profundamente determinados aspectos del proyecto".

El grupo de gobierno recuerda que la compañía Racso Soluciones realizó hace meses una comunicación previa de obras, unos trabajos en las instalaciones del polígono de Botos que pudo ya haber comenzado su el Concello no contestase en un plazo de 15 días. No obstante, a diferencia de otras ocasiones en las que los proyectos no preocupan, ante las dudas se fue informando y realizando distintos requerimientos, lo que evitó que dichas obras en las naves diesen comienzo.

De este asunto se habló ayer en pleno. El PP dijo que el ejecutivo movía ficha por las presiones vecinales y que no actuaba con contundencia. El alcalde, Rafael Cuíña, negó apatía y aseguró que su grupo siempre estuvo alerta con este ya polémico proyecto.