La dueña de la finca fue quien presentó en 2009 la reclamación económica, pero a partir de entonces es su esposo quien se encarga de presentar todo tipo de documentación. Por eso, se presentan como prueba de daños morales certificados de incapacidad temporal del marido, desde 1997 a 2008. El 2 de junio de 2005, el citado Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) dictaba una sentencia en la que declaraba nula la expropiación de estos terrenos. El Concello de Lalín, al año siguiente, presentó un escrito en el que se oponía a restituir la robleda a sus dueños originales. Sin embargo, Augas de Galicia opta por acatar la sentencia, tres años después de su publicación. Así que el gobierno lalinense tuvo que reubicar la enorme mesa de 50 metros en la Carballeira do Rodo, además de contactar con César Portela y ofrecerle otros espacios en esta misma área pública para recolocar las esculturas que había creado. En noviembre de 2008, el TSXG dicta un nuevo auto en el que declara cumplida la sentencia ejecutoria y archiva el expediente. Dado que pasaron, como dijimos, tres años, hubo incluso una amenaza del alto tribunal gallego de iniciar acciones legales contra la Xunta por obviar la sentencia.