Un nuevo ataque atribuido al lobo dejó en las últimas horas cuatro ovejas muertas en una finca de la parroquia de Couso sita detrás de una casa y próxima a otras, además de estar delimitada por un cercado alto. El propietario de las cuatro ovejas, Carlos Oliveira, todavía no se explica cómo pudo suceder ya que, según destacó, el cierre mide en torno a dos metros de altura y está intacto. "No rompieron nada", apunta, lamentando el triste final de los cuatro animales.

Se los encontró ayer al filo de las 18.00 horas pero supone que el ataque se produjo por la noche. Los vecinos del lugar -el radicado al borde de la carretera A Estrada-Santiago en dirección a la capital compostelana, justo antes del puente de Pontevea- aseguran que escucharon ladrar con fuerza a sus perros por la noche. Tanto que salieron a la ventana. Pero no vieron nada.

Carlos Oliveira intuye que en el ataque debieron de participar varios lobos porque, cuando en la tarde de ayer se encontró con tan dantesco panorama, halló a tres ovejas muertas en una misma zona, prácticamente en fila, a muy escasa distancia. "Si fuera solo uno es de suponer que las otras escaparían y que las iría matando poco a poco", razona. Otra de las reses yacía más lejos, sola, y había sido devorada en su totalidad. De ella ya solo quedan, prácticamente, los huesos, la piel y la lana. Sus tres compañeras yacían ayer con signos de haber sido devoradas también parcialmente. Una por la zona abdominal y dos, por su parte posterior.

Llevaban tres meses en esta finca de Couso, que una persona de la familia de Carlos Oliveira le dejó para que tuviese estos animales. "Me encantaba ir a verlas con mi hijo. Pero ya no quiero más. Te llevas un gran disgusto. Me da rabia esta situación... más que por el valor por el miedo que debieron de pasar los animales, por su indefensión", explica. Ayer ya dio cuenta de lo sucedido a la Consellería de Medio Ambiente y aguarda que sus agentes acudan a la zona en las próximas horas para elaborar el correspondiente informe.

Pide que se actúe para evitar que esta situación se repita. También el presidente de la Asociación de Veciños de Paramá, de Santo André de Vea expresó en los últimos días la preocupación vecinal por la presencia de lobos de día cerca del lugar, hacia Calvelo.